Yuran Henrique: «El racismo parte del ser humano, en Cabo Verde también lo hay»
Canarias 7, , 31-07-2023Yuran Henrique (Sâo Vicente, 1993) asegura que se está «recuperando muy bien» tras pasar un «momento difícil». Así alude a la brutal agresión que sufrió de madrugada en la zona Puerto de la capital grancanaria el pasado mes de julio, que le obligó a pasar por el quirófano para que le reconstruyeran la mandíbula y la lengua, entre otras heridas.
Aquel asalto callejero, cuya autoría investigan las fuerzas del orden, obligó a que se aplazara la inauguración de la muestra ‘Lalonji (Lejos de aquí)’, prevista en Casa África y que este martes por fin abre sus puertas, ya con el creador africano casi a pleno rendimiento físico, y que se podrá visitar hasta el próximo 15 de septiembre.
Yuran Henrique apunta en la mañana de este lunes que lo que le ha sucedido no frenará su presencia artística en la isla, a la vez que deja caer que la agresión que estuvo a punto de acabar con su vida tuvo un trasfondo xenófobo. «He pasado muchas cosas en la vida, he estado en Suiza y Suecia y he pasado muchísimas cosas. Solo existe una gran agresión porque existen pequeñas agresiones y se acumulan. Te puede pasar hasta cuando vas a comprar jamón. Esas pequeñas agresiones generan el ambiente propicio para que haya grandes agresiones», subraya el artista que tiene claro que estas circunstancias no son exclusivas de un enclave geográfico concreto.
Yuran Henrique, junto a su instalación en ‘Lalonji (Lejos de aquí)’.
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Yuran Henrique, junto a su instalación en ‘Lalonji (Lejos de aquí)’. EFE
«El racismo parte del ser humano y en Cabo Verde también hay racismo. Es una reflexión que tenemos que tener cerquita», asegura el joven creador caboverdiano en Casa África.
Incluso, apunta, de forma metafórica reflexiones de este calado trascienden, de forma metafórica, en las piezas de ‘Lalonji (Lejos de aquí)’, muestra que Casa África mantuvo tal cual estaba a medio montar cuando Yuran Henrique fue agredido hasta que el propio creador pudo completarla en persona.
«La exposición es una inmersión o investigación sobre el viento, el mar y la tierra. He utilizado esta metáfora para hablar del afecto, de la intimidad hacia mi entorno, mi cultura y mi lengua», desliza el artista con un tono de voz muy bajo, obligado por el proceso de recuperación en el que aún está inmerso.
Henrique añade que las distintas piezas que dan forma a esta sugerente propuesta «representan una lectura sobre las interacciones sociales». «Hablo de conocernos a nosotros mismos, de nuestras historias, nuestras heridas… Habla mucho de la reconstrucción del espíritu», subraya.
«Históricamente, hay cosas sobre las que no se hablan. Incluso, cosas de nosotros mismos. Para reconocer al otro, te tienes que reconocer primero a ti mismo. Hay muchas heridas que lo impiden», apunta en castellano.
Dos de las piezas de Yuran Henrique, en Casa África.
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Dos de las piezas de Yuran Henrique, en Casa África. EFE
«En mi arte, un punto muy importante es el hombre africano, que se tiene que conocer a sí mismo. Hablo de racismo y por tanto, lo que me ha sucedido no ha cambiado nada. Intrínsicamente, estas obras tienen esas reflexiones, que conectan con el derecho humano. He creado una exposición simple, volátil como el mar. Tiene ese espíritu natural», defiende quien reconoce que ‘Lalonji (Lejos de aquí)’ fue pergeñada ex profeso para la sala de Casa África que la acoge desde este martes.
Para dar forma a estas reflexiones, este artista que se estrenó en la isla con una residencia artística, en 2018, en el Centro de Atlántico de Arte Contemporáneo (CAAM), utiliza materiales como las telas, el papel y el hierro, entre otros. «Utilizo el conocimiento manual, la costura, el hierro… son artes manuales que se utilizan mucho en mi isla. Es un reconocimiento a un saber que rescato y que traigo al presente desde mi punto de vista», defiende este artista de casi dos metros de altura y figura estilizada.
Preguntas constantes
Desde 2015, Yuran Henrique colaborada cada semana con el periódico ‘Expresso das Ilhas’, como caricaturista. «Son sobre política y cuestiones como el racismo, que esta exposición también están presentes, pero de otra forma», reconoce.
Su forma de entender el arte se aleja del panfleto. Hasta el punto que reconoce que apela a la inteligencia de quien contempla sus piezas para que saque sus propias conclusiones. «Mi arte no da respuestas. Lanzo cuestionamientos y a partir de esos cuestionamientos voy lanzando otros. Mi arte tiene la necesidad de preguntar y preguntar», destaca.
En este caso, sus interrogantes partes de aspectos cotidianos de su Cabo Verde natal, como son los carnavales característicos de la isla de Sâo Vicente o una de una de sus principales arterias, donde los pescadores venden las capturas del día y que inspiran la instalación de mayor formato que corona esta exposición. Una muestra íntima, reflexiva, evocadora y que supone un paso más dentro de la trayectoria de este artista emergente que ha vivido en la capital grancanaria una experiencia traumática que no ha logrado frenarle. De ahí que defienda sin ambages que «el lenguaje del arte nunca puede parar».
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