Mª Antonia Elgarresta | Técnica de Uggas
«La inclusión socio-laboral es vital para nuestro desarrollo como comarca»
Dos formaciones de la agencia de desarrollo de Urola Garaia, una sobre carnicería y otra de soldadura, han alcanzado con éxito sus objetivos
Diario Vasco, , 01-08-2023Trece personas se han formado en el oficio de carnicería-charcutería y otras dieciséis en soldadura oxigas y mig/mag este año de la mano de Uggasa. Podría ser un número positivo más dentro las actividades de la agencia de desarrollo comarcal, pero cobra un significado especial cuando Mª Antonia Elgarresta, técnica de inserción socio-laboral de Uggasa, nos habla de las personas que se encuentran detrás de dichos datos.
–¿Cuál es el perfil de los participantes de estas formaciones?
–La mayoría están alejados del mundo laboral, no habiendo logrado su inserción mediante los recursos habituales y quedando fuera del sistema. Muchos de ellos son inmigrantes, un buen número sin permiso de trabajo e incluso, de residencia. También hay personas con muy baja cualificación, que llevan bastante tiempo en desempleo, así como mujeres que han abandonado su trabajo por roles que nos han sido impuestos sistemáticamente en aspectos como el cuidado de la familia e incluso, jóvenes que afrontan la búsqueda de su primer trabajo.
–¿Cuál es su labor?
–Mi labor y la de Uggasa es favorecer, impulsar y desarrollar proyectos de inclusión socio-laboral. Implica relacionarnos con distintas entidades y agentes que trabajan en el ámbito de la inclusión, desde centros de formación como UGLE, hasta Servicios Sociales, Lanbide, entidades del tercer sector como Cruz Roja, Cáritas, Sartu, la empresa de Inserción Zu Más Zaindu o la Fundación del Secretariado Gitano. A través de la mesa comarcal de inclusión ‘Gizlan’ reforzamos las políticas activas de empleo, ya que existe un colectivo importante de personas con el cual no se está logrando la inserción a través de los medios habituales. Creamos proyectos e itinerarios que promuevan su inclusión socio-laboral y mejoren sus oportunidades laborales.
Objetivos
«Nuestra labor es favorecer, impulsar y desarrollar proyectos de inclusión socio- laboral»
–¿Cómo operan cuando una persona llega a su oficina en busca de ayuda?
–A veces vienen a nosotros y otras veces entablamos contacto con ellas a través de las distintas entidades y agentes antes mencionados. Comenzamos por realizarles una entrevista de valoración para definir un itinerario personalizado para cada una de ellas, lo enfocamos en las fortalezas y potencial de cada persona, con el fin de generar competencias, conocimientos, habilidades, actitudes hacia el trabajo… La formación es el hilo conductor, pero también se les ofrece una acogida y un acompañamiento en todo el proceso.
–La formación Elika, donde 13 personas han aprendido el oficio de carnicería-charcutería, ha sido la gran novedad. ¿Alguno de sus participantes se encuentra trabajando ya en ello?
–Siete de las personas que han participado están trabajando actualmente. El resultado de esta actividad ha sido muy bueno. Para el diseño del programa nos pusimos en contacto con empresas del sector de alimentación con el fin de conocer sus necesidades e identificar oportunidades reales de empleo. Una de ellas fue la carencia de profesionales de carnicería-charcutería. Así, decidimos organizar un programa de estas características, con todos los retos que ello implicaba.
–¿Finalmente cómo se ha desarrollado?
–Este programa de formación comenzó en enero y ha terminado en junio. Los participantes han recibido un total de 220 horas de formación teórica y una parte práctica en el oficio de carnicería-charcutería. Al no disponer aquí de espacios habilitados para llevar a cabo la formación práctica, nos trasladamos a una empresa de cárnicas en Vitoria. Esta parte constaba de 5 horas diarias de formación práctica impartidas por dos profesionales del sector. Los trece participantes han obtenido una Cualificación en el Oficio y también han realizado un mes de prácticas en supermercados Eroski, BM y en carnicerías locales.
–El programa de soldadura, organizado junto con UGLE, cuenta también con 9 de sus 16 participantes ya trabajando.
–Sí, es un dato muy positivo, con un componente más a destacar. La mayoría de los participantes son inmigrantes y necesitan regularizar su situación para obtener un empleo. El año pasado, se produjo un cambio en la normativa de Extranjería, apareciendo una figura nueva, la del ‘Arraigo para la formación’, con la que se ha abierto una puerta para muchas personas: si quienes llevan un mínimo de dos años de residencia se inscriben a una formación de peso, obtienen ese ‘Arraigo para la formación’ que les abre la posibilidad de legalizar su situación. Si en el plazo de un año encuentran un trabajo vinculado con la formación realizada, pueden obtener un permiso de trabajo. Es muy difícil y pensábamos que no se iba a conseguir, pero cuatro de las personas que han realizado el curso han logrado un precontrato y sí todo va bien, podrán obtener el permiso de trabajo.
Programas
«La formación es el hilo conductor, pero también ofrecemos acogida y acompañamiento»
–Tras el parón vacacional, ¿cómo se presenta septiembre?
–Ahora toca ir cerrando los programas realizados, aunque en realidad nunca se cierran, ya que hacemos un seguimiento de los participantes. En los dos últimos años, hemos realizado tres formaciones dirigidas al sector industrial, la de soldadura con 16 participantes y dos de mecanizado con 30 participantes. A ello se unen las 13 personas del programa de carnicería-charcutería y otras 45 personas formadas en el ámbito de los cuidados – atención sanitaria a personas en domicilio.
–¿De dónde procede la financiación para llevarlos a cabo?
–En la mayoría de ellas ha provenido de la Diputación, del programa ‘Elkar Ekin Lanean’. También hemos contado con el apoyo de Lanbide y por supuesto, de la Mancomunidad Urola Garaia. En septiembre, comenzaremos un ‘Certificado de Profesionalidad en Atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones’ y también será momento de ver qué necesidades hay de cara a los próximos dos años, valorar la información que nos trasladan las empresas para diseñar nuevos programas.
–¿Hay algún mensaje que le gustaría transmitir?
–Que es muy satisfactorio ver la evolución de muchas personas desde el momento en el que llegan, cómo ganan confianza, formación, crecimiento personal y profesional. También me gustaría incidir en que, si queremos tener una comarca próspera y cohesionada, el empleo es un gran elemento para ello. Vivimos en la diversidad, en una sociedad con múltiples culturas y orígenes, tenemos que ver el potencial de esa diversidad y buscar formas para que todos participemos de manera activa y aportemos al desarrollo de la comarca.
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