La vicepresidenta espera que el Frontex se despliegue esta semana en las costas canarias, que ayer alcanzaron otros 308 subsaharianos La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, admitió ayer en Asunción (Paraguay) la dificultad para controlar la inmigración ilegal, en referencia la llegada masiva de cayucos a las costas canarias en las últimas semanas. De la Vega afirmó que, «desgraciadamente», los resultados de la política que está llevando a cabo el Gobierno en este campo «no se ven de la noche a la mañana, pero se verán a medio plazo».

Según De la Vega, el Ejecutivo ha abordado el fenómeno de la inmigración con «compromiso, rigor y seriedad». Añadió que se trata de una cuestión «muy compleja, que afecta a personas que están viviendo un drama humano y que huyen de la miseria, tratando de buscar un mundo mejor».

Asimismo, expresó su confianza en que el dispositivo de barcos y aviones formado por España, Italia, Alemania, Portugal y Francia para vigilar las fronteras exteriores de la Unión Europea – el Frontex – sea eficaz contra la llegada de inmigrantes ilegales. Aseguró que estaba previsto que se desplegase ya esta semana en Canarias y la costa subsahariana.

De la Vega hizo estas declaraciones tras reunirse con el presidente paraguayo, Nicanor Duarte. Finalizó así la gira que la ha llevado por cuatro países iberoamericanos. Antes de regresar a España, se entrevistará hoy en Rabat con el primer ministro de Marruecos, Driss Jettu, con el que tratará, precisamente, del problema de la inmigración ilegal. Al encuentro asistirá también el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.

A juicio de la vicepresidenta, la cooperación con Marruecos ha conseguido reducir el número de pateras que llegan a las costas españolas. Las relaciones entre ambos países atraviesan un momento óptimo, lo que se ha traducido también en un incremento de la presencia de la inversión española en el reino alauí, destacando los casos de Telefónica y Abertis, según informa Europa Press.

Precisamente ayer, la secretaria de Política Autonómica del PP, Soraya Sáez de Santamaría replicó a De la Vega y pidió al Gobierno que «tome soluciones desde ya, y no a medio plazo», ante «la tragedia humana que se vive día a día en las costas canarias».

Sáenz de Santamaría subrayó que el Ejecutivo «tiene que mandar a las mafias el mensaje de que se va a luchar encarecidamente contra el tráfico ilegal de seres humanos». La dirigente popular insistió en que no se debe dar a entender que en España se puede entrar «de cualquier manera» y después conseguir la documentación.

«Llevan dos años en el Gobierno y el problema se ha agravado en ese tiempo», añadió, ya que se ha triplicado el número de inmigrantes llegados a las costas españolas con respecto a 2005.

Ayer, 308 inmigrantes ilegales alcanzaron las costas canarias a bordo de tres cayucos. Sólo uno tuvo que ser trasladado a un hospital, aquejado de una leve hipotermia. Las dos primeras barcazas arribaron a la isla de Tenerife: una a la playa de El Confital, con 97 subsaharianos, y otra al puerto de Los Cristianos, transportando 104 irregulares. Una tercera llegó al puerto de San Sebastián de La Gomera con 107. Las dos últimas tuvieron que ser remolcadas por buques de Salvamento Marítimo.

El cayuco que llegó al arenal tinerfeño de El Confital lo hizo hacia las 1.30 horas. Los campistas que pernoctaban en la zona dieron el aviso a los servicios de emergencia y asistieron a los sin papeles dándoles su propia ropa, comida y agua.

También ayer, más de 200 personas fueron detenidas en Ceuta en la operación Feriante, puesta en marcha para evitar la llegada a la Península de inmigrantes indocumentados ocultos en los vehículos que han participado en las fiestas patronales. La mayoría fueron arrestados en la explanada del recinto ferial.