Euskadi afronta el reto de relevar a 140.000 trabajadores que se jubilarán en una década. Una realidad que viene precedida de una pirámide poblacional muy débil en la que no nacen niños. Ante este escenario, Confebask advierte del desafío demográfico y aboga por potenciar la inmigración, además de atraer talento con medidas de conciliación y flexibilidad. La nueva presidenta de la patronal vasca, Tamara Yagüe, ya ha situado el demográfico como el gran reto de país, además de reclamar una reforma fiscal que incentive y estimule el crecimiento económico y la creación de riqueza. La nueva responsable de la patronal aplaude asimismo las medidas para favorecer la natalidad puestas en marcha por el Gobierno Vasco, con quien comparte la preocupación por la falta de trabajadores, y por lo que urge a las instituciones a buscar una respuesta rápida. Por eso, insistió en lanzar una estrategia de atracción de personas para trabajar y abogó por abrir la puerta «a quienes piden refugio en nuestro país». En esta línea, el Ministerio de Seguridad Social ya ha anunciado que permitirá contratar a extranjeros para cubrir perfiles concretos de profesiones de difícil cobertura como la construcción o la hostelería.