Más de 20 familias para un solo piso

Decenas de inmigrantes denuncian en Madrid que un empresario dominicano los estafó alquilándoles la misma vivienda

El País, 07-08-2006

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Blanca Rujjel, una madre de familia peruana, llegó ilusionada el sábado al piso que acababa de alquilar en la calle de Estocolmo 31, en el distrito madrileño de San Blas. Lejos del centro, pero con cuatro habitaciones, garaje, piscina y trastero por 750 euros al mes. Había pagado a la agencia que se lo facilitó 1.660 euros por adelantado. Llegó cargada con sus bártulos, su marido y sus dos hijos. Pero se encontró con un piso repleto de inmigrantes que habían sido estafados. Como ella.


Todos eran arrendatarios del mismo piso y, a la vez, ninguno lo era: pronto se dieron cuenta de que el responsable de la agencia se había quedado con su dinero y los había dejado con un problema compartido. Los afectados por la supuesta estafa son más de medio centenar de inmigrantes, sobre todo latinoamericanos, pero también rumanos y nigerianos. Muchos pasaron las noches del sábado y del domingo en la casa y siguen allí. “De aquí no nos moveremos hasta que nos den una solución. No tenemos adónde ir”, anunciaba la colombiana y madre de dos hijos Esmilda Peñaranda.


Todos han sido víctimas del engaño supuestamente perpetrado por Juan Toribio – de origen dominicano y dueño de la empresa Strauss Trust SL – y de una mujer que se hacía llamar Ramona María Hernández Ortiz. Los nombres de ambos aparecen en los contratos firmados con los futuros inquilinos. Fuentes de la Policía Municipal confirmaron que a lo largo del sábado y el domingo recibieron un “goteo incesante” de denuncias contra estas dos personas.


Toribio, al frente de su empresa – que se publicitaba en periódicos gratuitos como agencia de alquiler especializada en inmigrantes – arrendó, por separado, el piso de San Blas a más de 20 familias en el último mes; el mismo piso donde él, su mujer y sus dos hijos estaban viviendo. Cobró a cada afectado una media de 2.000 euros, y los citó a todos el 5 de agosto en la vivienda. Antes de que llegasen, Toribio y su familia desaparecieron, con tal premura que dejaron en la casa documentación, fotografías y un ordenador.


La inmobiliaria Strauss Trust facilitaba la búsqueda de un hogar a cambio de una cifra que oscilaba entre 140 y 160 euros: “Dependiendo de la cara de tontos que nos veía”, contaban ayer los afectados. Cuando los inmigrantes pagaban el importe, Toribio empezaba con su teatro. “A mí me recibió un tal Miguel en la oficina”, explica Blanca. Miguel la condujo hasta Toribio y éste la subió en un coche y la llevó hasta el piso de la calle de Estocolmo. Ahí esperaba la que supuestamente era la propietaria del piso, Ramona María Hernández, que se lo mostraba y le pedía una señal si el cliente estaba interesado en alquilarlo. Tras formalizar el contrato y abonar el importe, Toribio citó a todos los afectados para darles la llave el pasado sábado en el mismo piso. Cuando las más de 20 familias llegaron, sólo quedaban los restos de una huida precipitada.

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