Durango se vuelca con el pueblo saharaui

La Corporación recibió este jueves a los 22 menores saharauis que disfrutarán de una vacaciones en paz. Una decena de ellos, con dispacidad funcional, se alojan en Izurtza

El Correo, Nahikari Cayado Durango, 14-07-2023

La localidad de Durango volvió a demostrar este jueves que tiene su corazón abierto al pueblo saharaui. «Más allá de ayudar en la parte económica, creemos necesario trabajar en la visibilidad del conflicto, de la pobreza y de un país que no tiene derecho a vivir en su territorio», señaló la concejal jelzale de la villa y parlamentaria del Gobierno vasco, Josune Escota, en el recibimiento a los 22 menores, de entre 6 y 9 años de edad, que disfrutarán de unas vacaciones en paz en la comarca de Durangaldea hasta finales del próximo mes de agosto. Los pequeños disfrutaron con la recepción que les brindó el Ayuntamiento de la localidad. Un recibimiento, en el que no faltaron los regalos y un aperitivo.

Aterrizaron en la comarca el pasado lunes. Y no dejan de sorprenderse con los admirables paisajes que van descubriendo. «Para muchos de ellos es la primera vez en Euskadi y les está encantando todo. Además, comen y duermen de maravilla», señala Wahba Andala, una de las monitoras de apoyo y profesora de un centro de educación especial en los campos de refugiados del Tinduf, en Argelia.

Andala se aloja, junto a una decena de menores de entre 6 y 9 años, en el único campamento para niños y niñas con discapacidad funcional que existe en la comunidad autonóma. La pionera iniciativa que puso en marcha la asociación Río de Oro celebra su décimo aniversario de acogida a pequeños que padecen ceguera, sordera, autismo, discapacidad intelectual, síndrome de Down y parálisis. En los próximos días llegará su compañera Mariam Mohamed Deidi, que ha tenido que retrasar su viaje por temas burocráticos.

«Haremos excursiones a la playa, a la montaña, cursos de surf, visitaremos el Aquarium de Donostia, el refugio de fauna Basondo de Urdaibai el Museo de Ciencias de Mañaria… Y andaremos en bici, que les encanta. Tenemos actividades programadas para todos los días», añade por su parte, Mikel del Arco, coordinador de Río de Oro.

Visita al pediatra
Al grupo de Izurtza se suma otra docena de menores, de entre 8 y 9 años, que se alojan en el campamento que organiza Hamadako Izarrak. Durante años se han instalado en el albergue de Atxondo, pero los problemas generados por el estado del edificio les ha llevado a trasladarse a Zaldibar. «Tenemos una excursión programada todas las semanas, y casi todas serán a la piscina, a la playa o al pantano. Lo que más les gusta son las actividades de agua», apunta Garazi Etxebarria, una de las coordinadoras.

La estancia en Durangaldea aleja a los pequeños de la aridez de los campos de refugiados, los 55 grados al sol y la escasez de agua. Y les permite, a su vez, acudir al pediatra y al dentista. «La presencia de Wahba y Mariam es muy importante para nosotros, ya que nos ayudan con la traducción y a tranquilizar a los niños», agregaba Mikel del Arco durante el lunch. El Ayuntamiento de durango «seguirá apostando por el pueblo saharaui», comentó la teniente de alcalde, Jesica Ruiz (PSE).

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