Un año más y con este ya son veintidós. Tolosa vuelve a abrir los brazos al Sáhara a través de su programa solidario ‘Oporrak bakean’ (Vacaciones en Paz), en el que los niños y niñas de origen saharaui, de entre 10 y 12 años, que viven en los campos de refugiados de Tinduf en el Sáhara Occidental, tienen la oportunidad de pasar los meses de julio y agosto lejos del calor del desierto, en compañía de familias residentes en la comarca.

Los primeros niños y niñas llegaron el lunes pasado y el resto lo hará este próximo sábado. Tolosaldea acogerá a un total de ocho menores saharauis durante el verano, de los cuales tres convivirán con familias de Tolosa y cuatro en familias de municipios de la comarca, como Gaztelu, Irura, Larraul y Aduna.

Retomar la campaña y «volver a la normalidad» fue todo un reto para Tolosaldea Sahararekin, la asociación y colectivo de ciudadanos que dinamiza y este año también se ha encargado de coordinar el programa de acogida temporal en la comarca. El programa ofrece los recursos y servicios de apoyo necesarios a las familias participantes.

Esta iniciativa estatal se puso en marcha a mediados de los años ochenta y se vio interrumpido durante dos años debido a la pandemia. Después de este parón, la iniciativa con el pueblo saharaui que comenzó a desarrollarse localmente hace veintidós años, retomó su actividad en 2022. Esta edición coincidió con el cambio de ciclo del grupo de menores, ya que los niños que llegaron eran menores nacidos en 2014 y que cumplían ocho años.

Estos últimos años, el programa se ha coordinado con la ayuda de los ayuntamientos de Tolosaldea. Sin embargo, esta vez se ha gestionado directamente desde la asociación, un cambio con el que la entidad desea intensificar la campaña de dinamización de cara a futuras ediciones y buscar una mayor cercanía y participación de las familias y de la comunidad a través de los centros escolares.

Este año el territorio tampoco contará con el albergue de acogida de Gipuzkoa, que durante años se ubicó en Amasa y en el barrio San Esteban de Tolosa.

A pesar de que pasen los años, la campaña de captación de familias no pierde su importancia. Es por eso que desde la asociación insisten en la «necesidad» de los niños y niñas de salir. Asimismo, el programa también cumple su función de intercambio cultural entre ambos pueblos.

Una vez instalados, los niños comenzarán con el proceso de revisiones médicas y luego podrán disfrutar de actividades culturales, deportivas y de ocio. Entre ellas, contemplan un nuevo cursillo de natación que probablemente se llevará a cabo en Villabona, y realizarán excursiones para conocer las fiestas populares y tradiciones de municipios vecinos. A finales de agosto celebrarán su tradicional fiesta de despedida. Desde Tolosaldea Sahararekin esperan una vez más que este sea el último ‘Vacaciones en paz’ para estos menores.