El goteo de llegadas empezó los primeros días del 2023 y se fue intensificando en las semanas sucesivas. A finales de febrero, 50 personas procedentes de diversos países se habían empadronado en el municipio de Monforte. Algunos vienen solos, otros en familias de diferentes tamaños. Los recién llegados son inmigrantes, pero no vienen por razones económicas. Aunque sus perfiles son muy diversos, todos tienen una cosa en común. Son solicitantes de asilo y esperan conseguir cuanto antes el reconocimiento oficial como refugiados.

Estos 50 nuevos vecinos de Monforte llegan asesorados y amparados por la oenegé Provivienda, que acaba de abrir en esta localidad unas oficinas en las que trabajan nueve personas. Disponen de financiación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y su cometido es ayudar a estos solicitantes de asilo para que puedan vivir en Monforte. Lo primero es la vivienda y después tiene que venir la regularización definitiva de su estancia aquí y la búsqueda de empleo.

Latinoamérica, África subsahariana, Ucrania… Estas son algunas de las procedencias de los demandantes de asilo llegados este año a Monforte bajo el paraguas de Provivienda. La oenegé abrió en enero sus oficinas, situadas en un bajo de la calle Ourense, pero algunos de sus trabajadores ya llevaba un tiempo preparando el terreno. «O 1 de xaneiro comezaron a chegar os primeiros participantes, pero Provivienda xa levaba un tempo traballando en Monforte», explica Iago Prado, responsable de protección internacional de esta oenegé en Galicia.

El trabajo previo era imprescindible porque encontrar casas para 50 personas en pocas semanas en Monforte es un reto complicado. Sin embargo, los responsables de este oenegé en Monforte aseguran que no les resultó demasiado difícil conseguirlo. «Hai que ter en conta que aínda que os propietarios saben quen son os seus inquilinos, as súas propiedades están alugadas a nome de Provivienda», explica Iago Prado.

En Provivienda saben que cuando llega el momento de conseguir viviendas a nombre directamente de los solicitantes de asilo es cuando las cosas se suelen complicar. «As condicións do mercado de aluguer son as que son e cada vez se piden máis requisitos —explica—, seguridades que estas persoas non poden ofrecer, porque están comezando os seus proxectos vitais, na busca de emprego ou con empregos non estables».

«Este territorio está resultando máis amable que as principais cidades»
Provivienda es una oenegé que tiene su sede en Madrid pero es de ámbito estatal. Fundada en 1989, su objetivo básico es facilitar el acceso a la vivienda a personas a las que por su situación les resulta especialmente difícil. En Galicia, tiene programas específicos de vivienda en Vigo, Santiago y Ferrol. Uno de sus programas está centrado en la búsqueda de vivienda para las personas que solicitan asilo en España y en Galicia lo estaban aplicando en Vigo y en Ourense. Y ahora también en Monforte.

La decisión de abrir oficinas en Monforte no es casual, sino meditada y estratégica. En Provivienda quieren acercar gente que precisa vivienda a áreas rurales en proceso de despoblación. «Monforte en si non é rural, pero a súa contorna si», explica Iago Prado.

La experiencia de estos últimos meses les dice que un lugar pequeño como Monforte tiene ventajas que no tienen ciudades más grandes como Ourense o Vigo. La primera, los precios. Como en todas partes, en los últimos tiempos los precios del alquiler subieron, pero menos que en las principales ciudades.

En Monforte, como principal población de la comarca turística de la Ribeira Sacra, se nota también la presión del alquiler turístico como alternativa económicamente más rentable para los propietarios, algo que achica el parque de viviendas disponible.

Pero aún así, en Provivienda explican que «este territorio está resultando máis amable que as grandes cidades». Primero porque a pesar de todo los precios en Monforte todavía son relativamente asequibles. Y además es más fácil entablar una relación directa con los propietarios, sin el filtro de las inmobiliarias. «En Monforte pode funcionar máis o boca a boca, e iso é algo que facilita o traballo», cuenta Iago Prado.

Esperar seis meses para poder empezar a trabajar de forma legal
Todos los demandantes de asilo huyen de algo, los que están en Monforte también. Cada uno tiene sus propias razones, pero ese factor explica que en general asuman que no están en su lugar de acogida de forma temporal, sino para quedarse. «Algúns —explican en Provivienda— si pensan en volver, pero para moitos esa non é unha opción». Los recién llegados tienen garantizada la cobertura de Provivienda durante 18 meses a partir del momento en que el Estado les reconoce la condición de refugiados, un plazo prorrogable a 24 en caso de vulnerabilidad especial. Los solicitantes de asilo tienen que esperar seis meses para obtener permiso de trabajo. Si les reconocen la condición de refugiados, consiguen cinco años prorrogables de permiso de residencia y de trabajo.