Política

El equilibro de Ayuso con Vox con mirada nacional: "respeto" a ex votantes del PP y confrontación en inmigración

La presidenta regional conjuga críticas y guiños con quienes pueden ser socios de Feijóo

El Mundo, Pablo R. Roces, 04-07-2023

La mayoría absoluta del 28 de mayo liberó a Isabel Díaz Ayuso de volver a necesitar a Vox como socio de Gobierno en la Comunidad de Madrid al menos durante cuatro años. Pero los tentáculos de la formación de derecha radical superan los límites de la región y las probabilidades de que Alberto Núñez Feijóo dependiera de Santiago Abascal tras las elecciones del 23 de julio se ha convertido en una probabilidad muy real para el PP. Lo que obliga a los barones populares, también a aquellos con opciones de gobernar en solitario, a buscar un equilibrio.

En ese grupo se encuentra la presidenta regional que durante la anterior legislatura mantuvo un pacto político con Vox que se rompió en el mes de diciembre cuando la formación de Rocío Monasterio no apoyó los Presupuestos autonómicos. Desde ese momento, Ayuso elevó el tono, coincidiendo con la campaña electoral, contra una formación que, según entienden en sectores del PP, se ha radicalizado en los últimos meses. «Con la mayoría parlamentaria no tenemos ninguna necesidad de depender para nada de Vox», señalan fuentes populares.

Sin embargo, la desvinculación de su rival en el espacio de la derecha tampoco puede ser total. En primer lugar porque ahí puede encontrar el PP un caladero de votos para las generales que impulsen a Feijóo en su intento de llegar a La Moncloa. De hecho, en el equipo de Ayuso apuntan que se debe mantener «respeto por los antiguos votantes» de su formación que emigraron hacia Vox, siendo esta la principal opción para recuperarlos a sus filas.

«La mayoría absoluta nos permite no depender, como sucedía en la primera fase de la anterior legislatura, pero no vamos a modificar nuestra postura de respetar al votante que un día fue nuestro e intentar en aquellos lugares donde sea necesario llegar a acuerdos para que se puedan conseguir cosas buenas», indican desde el PP, donde afirman que su relación con la formación de derecha radical no se ha modificado en ningún momento desde 2019 cuando populares y Ciudadanos necesitaban sus votos para gobernar en la región. «Sólo se modificó cuando Vox dinamitó todo el pasado mes de diciembre», apuntan en el Gobierno regional.

De hecho, en Madrid, la formación de Ayuso ha dependido de Vox para cambiar gobiernos municipales del PSOE en Alcalá de Henares o en Móstoles. En la primera de estas localidades, la formación de derecha radical se ha quedado con tres concejalías entre las que destacan Desarrollo Económico y Empleo y Familia, Infancia y Juventud. En la segunda, ostentar la de Turismo y Promoción. «Donde ha sido necesario se ha llegado a acuerdos con ellos como se hacía en la Asamblea hasta que decidieron virar el rumbo y romper las relaciones», aseguran en el PP.

Incluso a nivel autonómico, con la reciente mayoría absoluta, el PP colaboró en entregarle un puesto en la Mesa de Asamblea a Vox. Un pacto al que llegaron las cuatro fuerzas políticas que ahora conforman el Parlamento madrileño, pero fueron los votos de los populares los que le otorgaron su puesto de secretario segunda del organismo interno al diputado José Ignacio Arias que ya había ocupado en el anterior mandato.

Al mismo tiempo, el PP también busca marcar distancias con Vox en asuntos como la inmigración o la violencia de género, caballos de batalla de la formación de derecha radical que en el caso de la violencia contra la mujer niega incluso su existencia. La propia Ayuso llegó a acusar a Monasterio directamente de mentir al asegurar que cada menor no acompañado en Madrid les costaba a los madrileños 4.700 euros al mes. En el debate electoral de Telemadrid, cuando la líder de Vox recurrió a ese tema, vinculando a los migrantes con la delincuencia, la presidenta regional aseguró que «la inmigración es integración».

No obstante, la dirigente popular siempre se ha mostrado partidaria de llegar a pactos con Vox si eso permitía cambiar gobiernos de la izquierda tanto en la Comunidad de Madrid como a nivel nacional. «Yo soy partidaria de no darle al sanchismo ni un minuto más de oxígeno ni abandonar a los españoles en manos de gobiernos que sólo han creado redes clientelares para perpetuarse en el poder», afirmaba Ayuso en una entrevista con EL MUNDO el pasado 25 de junio.

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