Al menos 400 detenidos en la tercera noche de violencia en Francia por la muerte de Nahel
Los disturbios por el fallecimiento del menor abatido en un control de tráfico salpican las calles de Nanterre, Marsella, Lyon y Lille
Diario Vasco, , 30-06-2023Tercera noche de violencia en Francia. Al menos 400 personas han sido detenidas por nuevos disturbios en Nanterre, Marsella, Lyon y Lille. La movilización de 40.000 policías y gendarmes no ha sido suficientes para garantizar la seguridad de las calles de las principales ciudades de Francia, escenarios de los altercados en protesta por la muerte de Nahel, el menor de 17 años abatido en un control de tráfico.
Los disturbios vividos en las afueras de París tras la muerte el pasado martes del adolescente a manos de la Policía han abierto un nuevo frente a Emmanuel Macron, tradicionalmente enfrentado con la calle. Las protestas en recuerdo del joven Nahel M., que recibió un disparo cuando huía de la patrulla de tráfico que detuvo el coche que conducía sin carnet, amenazaban con extenderse a todo el país, lo que ha obligado este jueves al presidente francés a convocar una célula interministerial de crisis y a movilizar a 40.000 policías y gendarmes para tratar de que la calma vuelva a reinar. Una estrategia que, después de lo visto esta noche con disturbios también en Marsella, Lyon y Lille, ha fracasado.
Horas antes, los ayuntamientos de Compiègne y de Clamartin imponían a sus habitantes un toque de queda nocturno. Mientras, la prefectura de Aisne prohibía la utilización de fuegos artificiales y el transporte de productos inflamables. Asimismo, Valérie Pécresse, presidenta de Île-de-France, ha suspendido a partir de las 21.00 horas la circulación de autobuses y tranvías en la región parisina para proteger a los conductores y los viajeros, y evitar que los vehículos sean quemados por los manifestantes más violentos.
La indignación de los ciudadanos es alta. Se ha demostrado de nuevo este jueves por la tarde, cuando miles de personas se reunieron en Nanterre, localidad de las afueras de París donde se produjo el incidente, en una marcha blanca en memoria del adolescente. «Justicia para Nahel», «Nunca más esto», «La Policía mata», «No justicia, no paz», «Policías por todas partes, justicia por ningún lado», «Policías asesinos», «Todo el mundo odia a la Policía» o «Darmanin (ministro del Interior), dimisión», gritaban los manifestantes, unos 6.200 según las fuerzas de seguridad.
En el corazón de la marcha se encontraba Mounia, la madre de la víctima, que llevaba una camiseta blanca en la que pedía ‘Justicia para Nahel’, su único hijo. La mujer hizo el recorrido subida en una camioneta blanca desde la barriada de Pablo Picasso, donde vivía el menor, hasta la plaza Nelson Mandela, donde falleció tras recibir un tiro mortal. Junto a ella se encontraba Assa Traoré, destacada figura de la lucha contra la violencia policial en Francia.
‘Paz para Nahel, que la tierra te sea leve’ y ‘Justicia para Nahel, 17 años, abatido por la Policía injustamente’, decían dos de los mensajes que desconocidos habían dejado junto a ramos de flores en el poste contra el que se chocó el vehículo que conducía el adolescente de origen argelino.
«Que algo cambie»
Los participantes en la marcha quisieron arropar a la familia en estos momentos difíciles. «Estoy de luto por la madre y el pequeño», explicaba Zahera Bensaad, mediadora local. «Si estamos aquí es porque esperamos que esta marcha cambie algo», cuentan Leila y Sarah, dos amigas de 30 años que llevaban la cabeza cubierta con un velo islámico.
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EFE
«Es injusto lo que ha pasado. Era joven. No merecía que le pegaran un tiro porque no tenía el carnet de conducir», opina Isma, de 30 años, que llevó a su hijo de 9 años a la protesta. «Podría ocurrirle a mi hijo», dice Isma, una frase que repitieron varias madres en la marcha. «Podría haberle ocurrido a mi hermano», dijeron otros participantes. «Podría haberme ocurrido a mí», señalaron los más jóvenes.
Samy, de 18 años, opinó que los disturbios, que comenzaron en la misma noche del martes, podrían durar todavía varios días. La muerte de Nahel «ha sido la gota que desbordó el vaso» después de años de racismo e impunidad en investigaciones por violencia policial, opinó este estudiante que participó en la marcha blanca de Nanterre.
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