Trece meses después San Antonio abre sus puertas ajeno a la presión migratoria
El antiguo colegio se convierte en un centro de acogida ante casos de emergencia y en un centro de información y asesoramiento para todos los extranjeros
Diario Sur, 05-08-2006Trece meses después de que la Iglesia cerrara el antiguo colegio de San Antonio ante el descenso de la presión migratoria, el centro ha vuelto a abrir sus puertas. Pero ahora el escenario no es el mismo. Atrás han quedado las condiciones precarias con las que el antiguo colegio acogió a los inmigrantes subsaharianos que no tenían sitio en el CETI desde el 7 de octubre de 2003 a finales de junio de 2005.
Ha sido gracias a una inversión de 170.000 euros. 97.000 han salido de los fondos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, a raíz de la solicitud cursada por la asociación Cardijn y el Secretariado de Migraciones de la Diócesis a instancias de la propia Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración, mientras que el resto lo ha aportado la Iglesia. Ayer el delegado del Gobierno, Jenaro García – Arreciado, y el obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos, escenificaron esta colaboración firmando un convenio en la inauguración y bendición de las nuevas instalaciones.
Apertura sin acogida
Durante los 20 meses que permaneció abierto, el centro fue un termómetro de la presión migratoria. Y ahora también. El lunes el colegio tendrá su verdadera puesta de largo, pero las 30 camas con las que cuenta estarán vacías. En el CETI, que desde entonces ha ampliado sus plazas a 512, hay un ‘colchón’ suficiente para acoger a los extranjeros que clandestinamente sigan llegando a Ceuta después de que la presión migratoria descendiera a raíz del salto masivo del pasado 29 de septiembre con la colaboración de Marruecos.
En esa época el centro del Jaral llegó a acoger a 680 ‘sin papeles’, pero desde entonces, prácticamente ningún inmigrante ha sido capaz ni tan siquiera de intentar el salto. La presión se desvió a la frontera del Tarajal (con entradas en coches) y al mar con pequeñas pateras o motos acuáticas, pero las llegadas son muy escalonadas.
El colegio de San Antonio no será únicamente un lugar de acogida. La Iglesia continuará con la acción que vienen desarrollando a través de Cruz Blanca, las monjas Vedrunas, Cáritas y el voluntariado parroquial y trabajará en este centro por la integración. Y no sólo de los inmigrantes que lleguen clandestinamente a Ceuta, sino de todos los extranjeros que estén afincados en la ciudad, según explicó Gabriel Delgado, secretario de Migraciones de la Diócesis. Así pues, se ofrecerá orientación laboral y jurídica, se informará de los recursos que tienen las administraciones y se enseñará la lengua española, además de acompañar a los extranjeros en sus gestiones o ante casos de necesidad.
«Gracias» Iglesia
En el acto de inauguración del centro, García – Arreciado ensalzó la labor de la Iglesia. Las administraciones tenemos «la obligación» de llevar a cabo esta iniciativa, y es la Diócesis quien está haciendo «más de lo que el deber les exige», una labor «encomiable» por la que la sociedad debe estar agradecida y con la que se da «calor, amor, cobijo y amparo» a personas que viven un «infortunio». Desde el lunes, día en el que abrirá sus puertas oficialmente el centro, Ceuta y España serán «más justas», proclamó el delegado del Gobierno recordando que el amor y la compasión son valores de la Iglesia que han esculpido «lo mejor de nosotros y de nuestra historia».
En este mismo sentido se pronunció el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, quien reconoció la labor «comprometida» en la atención al inmigrante que ha desarrolla la Iglesia y que tuvo su máximo exponente en «los momentos difíciles» en los que la Diócesis decidió abrir el antiguo colegio a un grupo de 80 subsaharianos que vivían en la calle antes una fuertes lluvias. Por ello, Vivas agradeció el trabajo «pacífico, solidario y discreto» de la Iglesia.
Por su parte, Ceballos reconoció que «es muy difícil trabajar» sin colaboración y dio las gracias a aquellos que han hecho posible que San Antonio vuelva a abrir sus puertas.
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