Un baile de ritmo sensual
El Festival Bellydance inunda la noche marbellí de las sugerentes coreografías de la danza del vientre
Diario Sur, 05-08-2006LA colombiana Shakira lo puso de moda, pero lo cierto es que la danza del vientre es un baile oriental que cada vez cuenta con más adeptos entre la población femenina. Y es que para algunos, practicar este baile de origen oriental se ha convertido en un estilo de vida. Así también se pudo apreciar el viernes en el auditorio del parque de La Constitución de Marbella, escenario del Festival Bellydance, donde el velo, los movimientos de caderas y el ruido de las cadenas al ritmo de la música oriental fueron los protagonistas de la noche.
El espectáculo comenzó con la danza africana del grupo Sico Bana África, procedente de Senegal, en la que la percusión producida por la vibración en directo de los bongos tocados por cuatro músicos hicieron disfrutar al público, que se atrevió incluso a entonar las canciones de estos marchosos africanos. Esta actuación no fue más que el comienzo de una noche repleta de embrujo y misterio, adornada con velos y cadenas, y colores que evocaban a los del arcoiris.
La danza de los dos velos
La actuación estelar de la noche fue la de la bailarina Sylvia Shazadi con su danza de los dos velos, tras la que el público se fundió en un largo aplauso. Los velos, de color negro y blanco, reflejaban el conocido símbolo del yin y el yan, – el bien y el mal – , que con el rápido movimiento de sus brazos, perfectamente coordinados con el de sus caderas y todo ello unido al sugerente sonido de las cadenas que integraban su cinturón, daban la sensación de que la bailarina flotaba sobre el escenario. En su segunda puesta en escena, la bailarina sostenía sobre su cabeza un plato lleno de velas mientras bailaba su particular danza del vientre.
Todas estos bailes orientales del Festival Bellydance dejaron bien claro que la música y el baile no entienden de culturas ni fronteras, y que el movimiento de caderas es un símbolo universal de sensualidad en cualquier parte del mundo; un gesto que se ve materializado en la oriental danza del vientre.
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