Un oasis con mala fama, el caso de un barrio multicultural en Tenerife

El Diario, , 23-06-2023

Como ocurre con los oasis, El Fraile también es un lugar de abundancia y refugio. Solo que su diversidad es cultural. En este barrio de Arona, en el sur de Tenerife, conviven alrededor de ochenta nacionalidades y más de una decena de creencias religiosas. Una multiculturalidad que responde, en primera instancia, a su cercanía al sector servicio derivado del turismo que se ubica en la vertiente suroeste de la isla y también a un precio menos elevado en las viviendas. Pero, además, también es fruto de la reagrupación de personas de distintas procedencias y, sobre todo, del carácter acogedor intrínseco a El Fraile. 

En su origen como zona residencial en la década de los cincuenta, este territorio se levantó de manera comunitaria entre quienes, desde otros municipios tinerfeños, emigraban a donde estaba el trabajo emergente para mejorar su calidad de vida y no podían pagar los precios del suelo, incrementados por la propia actividad turística. Ya entonces “de El Fraile se hablaba mal y todavía hoy se habla mal”, se lamenta Gabriel Rancel González en uno de los vídeos de ‘El Fraile, territorio de acogida’, una iniciativa de Participación Ciudadana El Fraile que responde al objetivo de mostrar una imagen real de este lugar para contribuir a eliminar su estigmatización.

 

Con especial atención al Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, sobre la creación de comunidades sostenibles, esta serie de testimonios se enmarcan en el reconocimiento de la diversidad cultural como la fuente de desarrollo socioeconómico que es, además de en el aumento de sentimiento de pertenencia y en la generación de convivencia intercultural que persigue este grupo de Juntas En la misma dirección, denominación que recibe la estrategia insular para la gestión de la diversidad cultural desde la participación, promovida por el Cabildo de Tenerife y la Universidad de La Laguna.

Además de Gabriel, procedente del sur de Tenerife y vecino de esta localidad desde su creación, una veintena de personas de distintas edades que han llegado a este barrio desde otras islas, otros puntos de España y de países africanos, europeos y latinoamericanos han compartido sus experiencias en ‘El Fraile, territorio de acogida’, que ya va por su segunda edición.

“Se ha acudido a una fuente de información veraz, sus vecinos y vecinas.  Las experiencias que se trasladan son tan diversas como las personas que conviven en El Fraile, y precisamente por ello, las participantes del grupo querían conocer a aquellas que menos visibilizadas están. Probablemente haya mucho que mejorar en este barrio, ¿dónde no? Pero al grupo le parecía importante reconocer también aquello que está bien, que han construido a lo largo de los años con esfuerzo y dedicación, un pueblo que convive en paz y se muestra orgulloso de la diversidad de orígenes culturales que lo integra, porque ¿qué es un territorio sin las personas que lo habitan?”, reflexiona Abián Afonso Méndez, facilitador de Participación Ciudadana El Fraile durante el proceso de esta actividad gráfica.

Anta Cisse revela su experiencia en ‘El Fraile, territorio de acogida’ y es una de estas personas a las que se refiere Abián. Salió de Senegal con 19 años y, tras pasar por Málaga, llegó a El Fraile en el año 2008 porque allí vive su tío. Sin embargo, esta no es la única razón para que Anta se sienta como en casa: “No encuentro mucha diferencia entre Dakar y El Fraile en cuanto a que allí vivía cerca de mi familia y aquí también me siento en familia. Es verdad que las costumbres y el idioma son diferentes, pero aquí la gente se saluda, se conoce y nos tendemos una mano. Cuando estuve con Covid, mi vecina de Mali me cuidaba a mí y también a mis hijos. Es curioso porque las dos hablamos francés, pero nos comunicamos en español”.

Preguntada sobre a qué cree que se deben los prejuicios que existen sobre este núcleo del sur de Tenerife, Anta lo tiene claro: “Es porque hay mucha diversidad y la gente siempre teme lo que no conoce. Lo desconocido siempre da miedo. A mí nunca me ha pasado nada y a mis hijos tampoco, es más de esa diversidad que hay aquí ellos aprenden mucho en el colegio y están muy contentos”.

Se refiere al Colegio de Educación Infantil y Primaria El Fraile, que cuenta con un total de 37 nacionalidades entre sus estudiantes. David Álvarez Fajardo es su vicedirector y, desde su experiencia profesional afirma que los conflictos que allí se dan son “similares a cualquier otro centro educativo, consecuente a la sociedad en la que vivimos. No suele haber grandes problemas de convivencia entre nuestro alumnado por diferencias culturales o étnicas”. 

Tampoco las aprecia en el entorno: “Es un barrio tranquilo en el que no suelen haber grandes conflictos. Sí es verdad que desde hace muchos años el barrio tiene mala fama, o así lo hacen saber los medios de comunicación, pero no es algo que aprecie en mi día a día”.

Participación Ciudadana El Fraile conoce bien este centro educativo. Junto a su alumnado ha llevado a cabo un mural en el patio del recreo, bajo el nombre de ‘El Fraile del futuro’. Allí pueden contemplarse vistosos dibujos que expresan las necesidades y deseos de sus estudiantes en relación al lugar donde viven. Un ejercicio para incluir a la infancia, como parte de la sociedad que es, mediante el poder transformador de la imaginación como primer paso hacia la realidad de este barrio en el que, según el último Registro General y Estadística del Ayuntamiento de Arona, residen más de 12.000 habitantes, de los cuales un 40% es población extranjera. 

Hablar de Canarias y de inmigración tiene asociada la idea de la llegada de personas vía marítima del continente africano. También en Tenerife, donde según el informe ‘¿Cómo percibe la sociedad tinerfeña la inmigración?’, del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (OBITen): “El principal colectivo asociado a la inmigración es el de latinoamericanos (76,7%), seguido por africanos subsaharianos (36,2%) y magrebíes (31,0%). Estos últimos dos colectivos se mencionan con mayor frecuencia que el peso que representan entre la población inmigrante”.  En el caso de El Fraile, tal y como recoge el citado registro del municipio de Arona, son 991 personas procedentes de algún país africano de entre las 4.988 de otro origen extranjero que conforman su población. 

Otro elemento común a escala social reside en el tratamiento a la voz de la infancia, que suele ser la gran olvidada en la toma de decisiones que afectan al conjunto de una sociedad de la que también forman parte. Algo con lo que no está de acuerdo Participación Ciudadana El Fraile: “Decimos que la infancia es el futuro, pero en realidad es el presente. Queremos que vean que pueden hacer algo para transformar el lugar en el que viven por el lugar donde quieren vivir. 

Nos parece que todos, los más pequeños también, debemos empezar a pensar en El Fraile de otra manera. Desde el exterior, pero también las mismas personas que vivimos aquí para generar un sentimiento de cariño al referirnos a este lugar“, explica Pilar Morales Abadía, participante de este grupo de Juntas En la misma dirección.

De cara al futuro, Víctor Alain Rojas Barros, su actual facilitador, explica que “se está tejiendo otra campaña audiovisual para dar a conocer las potencialidades del barrio a través de los espacios de encuentro y convivencia. Todavía se está gestando, pero es una vuelta de tuerca a ‘El Fraile, territorio de acogida’. También se espera poder llevar a cabo un espacio de aprendizaje sobre gestión de la diversidad cultural, dirigido a la Policía Local de Arona”.

Estas actividades ideadas, diseñadas y llevadas a cabo por Participación Ciudadana El Fraile, impulsan la inclusión y el desarrollo de los derechos humanos para promover que la diversidad se entienda como un patrimonio que enriquece y crea una sociedad sostenible, lo que supone llevar de las palabras a la acción las metas del Marco estratégico para la convivencia intercultural ‘Tenerife vive Diversidad’, que se implementa en varios espacios municipales y educativos de la isla con el acompañamiento de Juntas En la misma dirección, tras su aprobación por unanimidad en el pleno del Cabildo insular como plan de referencia en gestión de la diversidad cultural. 

En el caso de El Fraile, al amparo de la escultura en homenaje a las personas emigrantes que se erige en su centro urbano, la esencia comunitaria y acogedora de este barrio multicultural continúa cuidando su convivencia intercultural. A la espera de que fuera de este oasis, se den cuenta que el espejismo es negar que esta diversidad ya es una realidad, aunque esté desaprovechada por quienes no quieren verla.

*Juntas En la misma dirección es la estrategia de gestión de la diversidad cultural en Tenerife, impulsada por el Cabildo Insular y la Universidad de La Laguna, para promover la convivencia intercultural a través de la participación.

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