«Nos contaron que se tomó un vaso de vino caliente y que le dio un gran mareo. Lo trajeron a casa dos compañeros españoles, y la verdad es que ya iba muy mal». En una vivienda en planta baja situada en la céntrica calle Molino, en Los Alcázares, el amplio grupo de compatriotas con los que comparte piso en España relataban ayer a La Verdad las circunstancias en que el inmigrante de origen ecuatoriano Segundo Manuel E., de 40 años, sufrió un golpe de calor que lo llevó al Hospital del Rosell, en Cartagena.

Al parecer, el fuerte calor que azotó el pasado jueves la localidad costera agravó el ya débil estado de salud del inmigrante, que se encontraba trabajando en una finca de la localidad, como empleado de jardinería. «Llevaba ya muchos días casi sin comer y bebiendo. No sabemos qué le pudo pasar exactamente, si es que no se protegió contra el sol», comentaba uno de los inquilinos de la casa. Todos ellos pidieron permanecer en el anonimato.

«No se protegía mucho»

Según el testimonio de estos vecinos, el hombre tiene un hijo de unos 28 años que vive en Los Alcázares. Segundo M. no solía tomar precauciones contra la exposición al sol y el calor. «No se cuidaba mucho», señaló uno de sus compatriotas. Todos coincidieron en que sólo comparten casa con él, no trabajo. Fuentes del 112 indicaron que, a las siete de la tarde, un compañero de trabajo avisó de que Segundo M. «estaba muy caliente y se encontraba mal». Personal del 061 de Torre Pacheco lo llevó al Hospital del Rosell, en Cartagena, donde ingresó en la UCI. Allí evoluciona favorablemente.