Motos acuáticas: el cayuco de los ricos
- La Guardia Civil detecta un aumento de «sin papeles» que llegan a bordo
La Razón, 05-08-2006Ceuta – La Guardia Civil detuvo ayer a otros cuatro asiáticos cuando
intentaban entrar en Ceuta, en las inmediaciones de la playa del Tarajal,
a bordo de otras tantas motos acuáticas. Sus tripulantes se acercaron
hasta las inmediaciones de la orilla protegidos por la oscuridad de la
noche y, aprovechando la gran maniobrabilidad de estas embarcaciones,
dejaron allí a los cuatro inmigrantes, una escena que fue observada por
numerosas personas que estaban en la playa. Los testigos alertaron a la
Guardia Civil, que consiguió detener a los cuatro inmigrantes cuando
deambulaban por la carretera con las ropas mojadas. Estos, que carecían de
documentación, fueron trasladados a las dependencias de la Comisaría de la
Policía Nacional, informa Efe.
Aunque no es el primer verano
que, aprovechando las buenas condiciones climatológicas, los traficantes
de personas recurren a las motos acuáticas para facilitar sus «pases» a
España, la impermeabilización del perímetro fronterizo terrestre de Ceuta
y Melilla ha propiciado un aumento de este tipo de travesías, que parten
de las playas marroquíes más cercanas a las dos ciudades y concluyen en
las zonas menos transitadas de sus playas.
Inmigrantes nacidos en
Pakistán, India y Bangladesh, que ya suponen más del 70 por ciento de los
acogidos en el CETI de Ceuta, son los que utilizan con más frecuencia este
método para terminar su viaje, entre otras cosas porque, según reconocen
fuentes policiales, «tienen más poder adquisitivo que los subsaharianos».
«La introducción de estas personas está coordinada por las mafias
marroquíes, que disponen de contactos en Ceuta que les suelen indicar en
qué lugar se encuentra la vigilancia del Servicio Marítimo», explican
estas mismas fuentes, que estiman que el precio del viaje oscila «entre
los 150 y los 600 euros».
La tarifa depende, en buena medida,
de si el inmigrante quiere o necesita un «piloto» para el viaje; de si va
a ir solo o si son dos los indocumentados que «alquilan» la embarcación y
de si la moto tiene visos de volver a su lugar de origen o si, como
ocurrió hace poco más de un mes, los «sin papeles» las van a abandonar en
las playas españolas al llegar.
Aunque la Delegación del
Gobierno no ha facilitado datos al respecto, especialistas en la
problemática migratoria locales calculan que durante el mes de julio
podrían haber llegado a Ceuta a lomos de una moto acuática (más lentas,
pero mucho más manejables, como las viejas «gomas» de los narcotraficantes
de hachís, que las patrulleras de la Guardia Civil) supera la quincena.
Fuentes policiales han advertido incluso de que esta nueva modalidad de
asalto a las fronteras españolas podría afectar a las costas de Andalucía,
ya que, según han recordado, este tipo de nave dispone de suficiente
autonomía para cruzar el Estrecho de Gibraltar.
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