Una treintena de personas se han concentrado este jueves en la plaza del Ensanche de Irun, frente a la comisaría de la Policía Nacional, para mostrar su repulsa ante la orden de un jefe policial que daba días libres a sus agentes por detener a migrantes, que fue anulada en cuestión de horas por la Jefatura Superior de la Policía Nacional del País Vasco. Frente al edificio se desplegaron efectivos de la Ertzaintza, aunque el encuentro transcurrió en todo momento en calma y de manera silenciosa.

Entre los asistentes, que no mostraron pancartas ni leyeron comunicado alguno, uno de los temas de conversación fue la procedencia de la convocatoria. Algunos citaban a Irungo Harrera Sarea y otros a SOS Racismo Gipuzkoa, que había hecho un llamamiento a participar a través de las redes sociales. Pero finalmente ninguna asociación estuvo representada de forma oficial, no al menos con una pancarta. «A mí me ha llegado llegado la convocatoria por una whatsapp que me ha entrado a media mañana, pero no indicaba quién era el organizador», contaba María José. A su lado, Marga y Arantxa confirmaban haber recibido la citación por el mismo medio. «A mí también me ha llegado por teléfono», aseguraban.

Las tres coincidían a la hora de señalar que «es increíble y una locura que a estas alturas pasen estas cosas» y Arantxa iba más allá. «Lo primero que me vino a la cabeza cuando vi la noticia fue el Oeste americano y la frase ‘Se busca’. Como si estuviesen ofreciendo una recompensa por detener o cazar un moro o un negro. Es muy muy duro ver que pasan estas cosas».

La orden emitida quedó sin efecto en cuestión de horas pero María José seguía ayer poniendo el foco en el responsable y «en tomar medidas. Espero que no se le ocurra una idea mejor», ironizaba.