El Gobierno británico quiere extender su colaboración con las autoridades de Argelia, Libia y Túnez para evitar que la prevista llegada de inmigrantes africanos a las costas del Mediterráneo que sumarán 400.000 este año, según un pronóstico del Ejecutivo italiano no se traduzca también en un aumento notable de los que alcancen el Reino Unido.

El secretario de Estado de Inmigración, Robert Jenrick, que este lunes emprendió un viaje a la región, explicó al diario ‘The Times’ que busca una colaboración estrecha de la Agencia Nacional del Crimen (NCA) con fuerzas de seguridad norteafricanas. Los agentes británicos compartirían tecnología e inteligencia con sus socios para desmantelar las bandas que organizan el transporte de los migrantes a Europa.
Jenrick recuerda al rotativo los acuerdos que el Gobierno de Rishi Sunak ha alcanzado ya con Francia, Italia y Albania para reducir la llegada de inmigrantes y refugiados por vías irregulares. Señala que esta iniciativa pretende atacar la fuente del problema, la existencia de bandas que organizan «viajes peligrosos e innecesarios, mucho antes de que los migrantes lleguen al Reino Unido».

El secretario de Estado se entrevistará después en Roma con la primera ministra, Giorgia Meloni, que ha establecido una buena relación con Sunak. La posición de la dirigente italiana es que el problema de la inmigración en masa es internacional y que el G7 debe incluir la política migratoria en la lista de asuntos importantes de su agenda.

Jenrick se reunirá finalmente con sus colegas franceses. Los dos gobiernos llegaron en marzo a un acuerdo de colaboración para reducir el transporte de inmigrantes en el canal de la Mancha. Aunque es prematuro medir el éxito o fracaso de esta iniciativa o la eficacia del nuevo Mando Operativo de los Botes, que coordina fuerza navales y civiles, las cifras indican una reducción en la primera parte del año.

En aumento
45.000 de las 600.000 personas que llegaron a Europa en 2022 acabaron en el Reino Unido
Según datos del Ministerio de Interior, desde el inicio de 2023 hasta la pasada semana fueron detectados 7.297 inmigrantes transportados en botes neumáticos. A lo largo de 2022 la cifra se elevó hasta 45.755, que llegaron en mayor número en los meses de agosto, septiembre y octubre. Constituye un aumento del 60% con respecto a los inmigrantes irregulares detectados en 2021.

El precedente de Albania
Un dato significativo es que en el primer trimestre de este año se ha reducido radicalmente la llegada de ciudadanos de Albania, según los datos del Observatorio de la Emigración, ente de la Universidad de Oxford. Sunak y su colega de Tirana, Edi Rama, llegaron a un acuerdo para acelerar las expulsiones de albaneses que habría tenido el efecto deseado por Londres. El ministerio británico mantiene una campaña en redes sociales para disuadirles de emprender el viaje hacia la isla.

El Gobierno espera que en los próximos días el Tribunal de Apelación confirme la sentencia del Superior que declaró legal la norma que permite la expulsión a Ruanda de solicitantes de asilo que lleguen de manera irregular. El proyecto de ley avanza lentamente en el Parlamento, pero la polémica ministra de Interior, Suella Braverman, confía en la próxima ejecución del programa de extradiciones.

La llegada de más de 600.000 inmigrantes legales en 2022 ofrece perspectiva sobre los irregulares. La suma de refugiados de Ucrania y Hong Kong está detrás del récord histórico. La cifra puede bajar en 2023. Pero el sistema de inmigración tras el Brexit no resuelve el problema de falta de mano de obra en numerosos sectores. En 2016, la mitad de los británicos creía que la inmigración era uno de los problemas más importantes. Ahora la cifra se reduce al 15%.