Deportistas y racismo en Galicia: «Me hacían el sonido del mono y me llamaban negro de mierda»

Jugadores de todos los niveles relatan los episodios racistas que han tenido que sufrir en sus carreras, pero consideran que no es un mal arraigado en Galicia

La Voz de Galicia, La Voz, 28-05-2023

Vinicius no está solo. El deporte gallego está plagado de ejemplos a todos los niveles en los que los atletas sufren el acoso racista del entorno. El fútbol ofrece el mayor abanico de situaciones comprometidas.

CATANHA
«Nadie hacía nada, espero que las autoridades actúen»

El exfutbolista brasileño del Celta Catanha recuerda el episodio que sufrió en Zaragoza jugando con el cuadro celeste: «Cada vez que tocaba el balón, me hacían el sonido del mono, sin ninguna provocación por mi parte. Les pasó a otros futbolistas allí. En los estadios siempre hay un sector así. Dentro del campo, también era muy habitual que jugadores rivales te llamaran ‘negro de mierda’, pero por mi carácter, a mí esos insultos me hacían más fuerte dentro del campo. De todas maneras, espero que las autoridades actúen».

«En ese momento no se le daba importancia, nadie decía nada y no estaban las redes sociales como ahora. Creo que todo el mundo debe saber que España no es un país racista, sino que acoge a los extranjeros, pero hay que llevar esa cultura a todos los campos de España», afirma.

«Está claro que cuando te pasa eso no te sientes cómodo, como tampoco si te llaman gilipollas o mencionan a tu madre. Se hace para desestabilizar, especialmente si eres protagonista y estás haciendo bien tu trabajo, como es el caso de Vinicius. Ahora hay que aprovechar este momento para eliminar todo tipo de racismo, hay que cortarlo y es un momento clave para que las autoridades actúen como deben», concluye.

DONATO
«No se debe hacer caso»

El exjugador del Deportivo y del Atlético de Madrid considera que «nunca se debe hacer caso a los insultos». «A mí me llamaron de todo y me hicieron el sonido del mono cuando jugué en España con el Vasco da Gama y en Riazor con el Atlético. Aunque era racismo, no le daba importancia, sino que seguía con mi trabajo para callar a los que insultaban, porque si saben que me provoca, empeora todo», recuerda. «Me entristece esto en España, pero no considero que sea racista», concluye.

BRIZZOLA
«Te sacan el tema de que no eres de aquí»

El entrenador argentino, que lleva afincado en España desde 1976, insiste en que ha recibido un trato excelente desde su llegada. «No considero que España sea un país xenófobo, pero ¿por qué tiene que haber una bandera nazi en un campo?», se pregunta, mientras admite que «algún espectador gritaba ‘sudaca de los huevos, vete a tu tierra, dedícate a otra cosa’». «Sales a hacer una indicación y te sacan el tema de que no eres de aquí. Me parece que fue a más, porque la sociedad ha empeorado», considera.

JON MORET MAYAN
«Manchado, xa se che ve»

El jugador del UC Cee, a sus 22 años, Jon ya recuerda tres casos de claro racismo mientras jugaba al fútbol. El primero, por lo menos el primero que le molestó, fue en etapa juvenil, cuando vestía la camiseta del Corcubión. Un aficionado le empezó a increpar con insultos discriminatorios de la grada y ante la inacción del árbitro, decidió tomarse la justicia por su mano subiendo a la grada, donde se montó una tangana. «Tenía 17 años y me cayeron cuatro partidos por aquello, mientras que él no tuvo sanción ninguna», recuerda.

En las otras dos, la bronca no llegó a tanto, aunque siempre por intermediar otras personas, pues Jon es una afrenta ante la que no puede quedarse parado. «En Carballo, el árbitro tuvo que parar el partido y advertir a los aficionados y al delegado local. La verdad es que fue el mejor actuó de los que me encontré en estos casos», resalta. También en la capital de Bergantiños, esta vez en Berdillo, sufrió un lamentable episodio: «Contra el San Lorenzo, uno de ellos protestaba una falta y le dije que me mirase que yo también estaba todo manchado de ir al suelo. Él me respondió: ‘A ti manchado, xa se che ve sempre’. El entrendor tuvo que sustituirme y él siguió jugando», rememora Jon.

MAIKON LAPA
«Tuve que aguantar insultos racistas, escupitajos y patadas y el árbitro dejó seguir el partido»

Maikon Lapa salió de su Brasil natal con 15 años rumbo a Portugal. Allí jugó al fútbol y vino a España «engañado», asegura, tras firmar un contrato. Pensaba que recalaría en un filial del Deportivo y acabó en el Palmeira. Así llegó a Barbanza, donde militó en diferentes equipos de la comarca hasta que colgó las botas y se introdujo en las artes marciales.

Él, como muchos otros, por desgracia tuvo que sufrir episodios racistas: «Todos los domingos me decían cosas como que me volviese a mi país, me llamaban mono o Kameni y me insultaban por el color de mi piel. En un partido hasta intentaron invadir el campo para pegarme».

Haciendo memoria, a Maikon le viene a la mente un partido en concreto: «Nuestro centrocampista disputó un balón aéreo con un central del equipo contrario y debido al choque, mi compañero quedó en el suelo. Pero al peinar el balón hizo que yo me quedase solo delante del portero. Lo regateé y marqué, aunque los rivales querían que tirase el balón fuera. El colegiado no paró el partido, lo dejó seguir. Tuve que aguantar insultos racistas, escupitajos y patadas y le dije al árbitro si no veía lo que estaba pasando, a lo que me contestó que si no aguantaba que pidiese el cambio».

Más recientemente, participando en grupo en un maratón volvió a sufrir una situación desagradable. Asegura que «a un compañero le llamaron mono. Es alto y fuerte y quiso encararse, pero lo paramos. Aun por encima la organización nos quería echar. Quedamos nosotros como folloneros y el que insultó se fue de rositas. Es muy triste, pero pasa».

Ahora practica artes marciales y afirma que «en los deportes de tatami no hay esa agresividad».

NILSON PEREIRA SANCHES
«Sientes rabia e impotencia… te vuelves loco»

Nilson Pereira Sanches llegó a Burela desde Cabo Verde con 12 años. Hoy tiene 35. En su trayectoria deportiva pasó por las categorías inferiores del equipo burelense y por entidades como la SD Cervo-Sargadelos, San Román, O Valadouro o San Ciprián. El fútbol le ayudó a integrarse pero también le hizo vivir sinsabores. Asegura que en los campos de la provincia de Lugo escuchó varias veces «negro de mierda» o «vete a tu país», no solo de aficionados sino también de los propios rivales, cuando el árbitro se alejaba. «Hay episodios de racismo en Primera División y también los hay en Primera Autonómica, incluso cuando no jugamos por un contrato sino para divertirnos», razona. ¿Qué sintió al escuchar los insultos racistas? «Rabia, impotencia… Te vuelves loco. Alguna vez me expulsaron. Intentas controlarte pero no es fácil», indica. Opina que el racismo está en la sociedad, latente, y eventos que desatan pasiones como los deportivos lo sacan fuera. «Por la calle o tomando una copa nadie te dice nada, pero parece que en el estadio todo se permite», argumenta.

La directiva del CD Alfoz, también en A Mariña, aseguró que la entidad dejaría de jugar en cualquier campo de repertirse episodios como los que un futbolista de 21 años vivió en Meira, el pasado mes de abril. El jugador escuchó insultos racistas »vaite na patera» y acabó por pedir el cambio y llorar desconsolado. El presidente del club, Dani Rejes, recordaba entonces que «dise que o racismo non existe, pero está aí».

JERIN MARCOLINO RAMOS
«Negro, te vamos a romper las piernas»

El jugador del Ourense Club de Fútbol Jerin Marcolino Ramos Santos nació en Madrid aunque es de origen caboverdiano. Explica que, personalmente, como futbolista solo ha sufrido en una ocasión una situación de racismo en un campo de fútbol. «Lo viví en el Racing de Santander B, en Cantabria, hace cuatro o cinco años. Fue en el campo, casi al final del encuentro de Tercera División, empatamos, y el equipo rival empezó a insultarme, diciéndome negro de mierda, vete a tu país, te vamos a romper las piernas. Los que insultaban eran tanto jugadores como aficionados. Nos costó entrar en el vestuario porque el equipo rival no nos dejaba. Fue la policía a sacarnos». Fue el caso que, particularmente, sufrió como ataque racista. Sin embargo, Jerin, matiza que los insultos generales los reciben todos los jugadores, no solo los negros.

Fuera del fútbol, Jerin puntualiza que sí ha sentido formas más sutiles de racismo en la sociedad española. «En la calle, cuando tenía 12 o 13 años, cosas como que la gente te mira raro o personas mayores que se cambian de acera cuando se van a cruzar contigo. Después, no me ha vuelto a pasar», reconoce.

Sobre el debate abierto esta semana tras los insultos racistas a Vinicius, el jugador del Ourense CF sostiene que no es algo nuevo, puesto que cada temporada se dan uno o dos casos en la liga española. El mediocentro ourensanista apunta que suelen ocurrir más en las ligas inferiores por lo que espera que la actual polémica sirva para que se tomen medidas. «Si se actúa ahora y se le da la importancia que se debe es de agradecer porque puede afectar más a los pequeños futbolistas», añade. Jerin defiende que se prohíban todo tipo de insultos en los campos, no solo los de tipo racista.

«Nunca han salido de su pueblo»
Mamadou Kanté y Collins Ekeocha son dos futbolistas africanos que militan en el Vea CF de la Segunda Galicia. A sus 34 años han vivido una larga trayectoria en diferentes equipos y, aunque son conscientes de que en alguna ocasión han sufrido insultos de tintes racistas, consideran que son hechos muy puntuales. «Lo hacen para picarte, sacarte del partido y que te expulsen, pero yo paso de ellos. No los escucho y hago lo que tengo que hacer en el campo», explica Mamadou.

Collins recuerda alguna situación de este tipo hace alguna temporada con un compañero que «sí se enfrentó cara a cara» con quienes lo insultaban. En cualquier caso, reconoce que no ha sufrido incidentes racistas y emplea la misma receta de su compañero: hacer oídos sordos a cualquier comportamiento intolerante y no entrar en provocaciones.

Sobre estos lamentables episodios, Mamadou considera que se trata de una muestra de incultura: «Si vas a decir una barbaridad así, primero tienes que mirar quién eres tú. Son personas que nunca han salido de su pueblo, no saben cómo funciona el mundo», apunta.

En cuanto a la relación con el vestuario y la directiva, los dos aseguran que el trato siempre ha sido «espectacular» y que nunca han sufrido ningún tipo de discriminación.

Insultos en la grada, en redes y negativa a alquilar pisos
Los episodios de racismo no se ciñen tan solo a los graves insultos arrojados desde el entorno de la competición, sino que algunos deportistas han tenido que soportar el acoso en otros ámbitos, como las redes sociales o gestiones de la vida cotidiana ajena a las canchas.

Dos de los casos más sonados tuvieron como protagonistas a jugadores del Leyma Básquet Coruña. El primero de ellos ocurrió en agosto del año 2018, en el momento en el que el integrante del equipo naranja, Larry Abia, escuchó cómo en el momento de ver un piso para vivir de alquiler en A Coruña, la propietaria comentaba a otra persona: «No se lo alquiles a ese, dile que no, que es de color».

En enero del 2022, después de una derrota del equipo naranja contra el Almansa en la LEB Oro, tres jugadores del Leyma (Nick Ward, Atoumane Diagne y Ashley Hamilton) recibieron ataques racistas por las redes sociales. Hamilton lo denunció por la misma vía: «En el caso de que a alguien se le olvide que no lo es, el racismo es cien por cien real».

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