Italia y Francia acuerdan colaborar para mejorar la gestión de los flujos migratorios tras meses de desencuentros
París culpaba a Roma de la llegada de irregulares procedentes de territorio italiano
La Razón, , 25-05-2023Italia y Francia tratan de superar la crisis diplomática, tres semanas después de la tensión generada por las críticas del ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, a quien consideró “incapaz” de gestionar la emergencia migratoria.
El ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, recibió este jueves a la jefa de la diplomacia francesa, Catherine Colonna, con el objetivo de reforzar la cooperación entre Roma y París, en el marco del Tratado del Quirinal, un acuerdo que entró en vigor en febrero, que refuerza la colaboración bilateral en todos los sectores: economía, cultura, defensa, pero también política exterior y migratoria. Y es precisamente esta última cuestión la que ha enfrentado a los dos países desde que la derecha llegó al poder en Italia en octubre.
La reunión entre Tajani y Colonna estaba prevista el 4 de mayo en París, pero ese mismo día Darmanin declaró que “la señora Meloni, que lidera un Gobierno de extrema derecha elegido por los amigos de Le Pen, es incapaz de resolver los problemas migratorios para los que fue elegida”. Las declaraciones de Darmanin indignaron en Italia y Tajani decidió cancelar inmediatamente su viaje a París. La visita de la jefa de la diplomacia francesa a Roma tres semanas después es una señal de deshielo.
“Italia enfrenta una fuerte presión migratoria, la mayor parte de la cual llega por el Mediterráneo, por lo que queremos una mejor cooperación” con el país transalpino, apuntó la ministra de Exteriores francesa antes de aterrizar en Roma. Colonna rechazó que exista una crisis con el país vecino y reconoció que “hubo un momento de duda y sorpresa por los comentarios que se hicieron”, pero aseguró que desde entonces ambos países habían aclarado sus posturas.
“Italia y Francia comparten intereses y responsabilidades en la Unión Europea y en el mundo. Nuestra colaboración es esencial para resolver las crisis actuales, empezando por la crisis migratoria”, subrayó, por su parte, el ministro de Exteriores italiano tras la reunión con su homóloga francesa, en la que discutieron sobre la situación en África, especialmente la crisis económica en Túnez, la inestabilidad en Libia y las repercusiones humanitarias del conflicto armado en Sudán. Tajani propuso, además, “desarrollar un sistema europeo de asilo moderno y eficiente” que favorezca “un mejor equilibrio entre solidaridad y reparto justo de responsabilidad”.
En los primeros meses del año, el número de entradas irregulares en la UE por el Mediterráneo central aumentó casi un 300% respecto al mismo periodo de 2022, según la agencia europea de fronteras Frontex. Sin embargo, una gran parte de los inmigrantes irregulares que llegan a Italia tratan de alcanzar más tarde el resto de países europeos atravesando la frontera franco-italiana, lo que ha provocado la indignación de las autoridades francesas por la aparente falta de controles italianos.
Una primera señal de pacificación llegó la semana pasada, cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, defendió que no se puede dejar sola a Italia “frente a la presión migratoria”, durante la primera jornada de la cumbre del Consejo de Europa celebrado en Islandia. Más tarde, Macron mantuvo un encuentro bilateral con la primera ministra Meloni, al margen del G-7 celebrado recientemente en Japón. Un cara a cara inesperado con la cuestión migratoria como eje central, en el que París mostró además su solidaridad por las inundaciones que devastaron la región italiana de Emilia-Romagna y dejaron 15 víctimas.
Este jueves, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, visitó la región acompañada de Meloni, que anunció que Italia solicitará la activación del fondo de solidaridad.
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