La Fundación Disenso, think tank de Vox, ha exigido en un informe investigar las distintas vías que, a su juicio, Marruecos está utilizando o tratando de emplear para influir en España aprovechando la presencia de ciudadanos del país africano en territorio nacional. Además, en el documento pone en tela de juicio la «nueva relación» entre ambos Estados a raíz del giro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respecto al Sáhara.

En el documento, la fundación de Vox advierte de que no puede considerarse «inocuo» el mensaje lanzado por el presidente del Senado país africano, Enaam Mayara, con el que animaba a sus compatriotas en España a defender los intereses del reino «formando un lobby», dada «la envergadura de la comunidad marroquí y sus características y teniendo en cuenta la importancia de los intereses en juego para España».

Disenso recuerda que Marruecos ha reclamado desde su independencia «territorios españoles que nunca han estado bajo su soberanía», en referencia a Ceuta y Melilla. Además, el informe advierte de que el país vecino es un actor cuya influencia en suelo nacional es «notoria, con ambiciones que se expresan de forma cada vez más clara y contundente».

Por ello, defiende que es «de imperiosa necesidad» conocer con la mayor profundidad posible cómo las autoridades políticas marroquíes están «utilizando, o tratando de utilizar, a sus residentes», representan la primera comunidad de extranjeros más de 872.000 a 1 de enero de 2023, y cómo intentan que los españoles de origen marroquí sientan que «su lealtad debe decantarse por la ‘Madre Patria’».

Influencia religiosa y política
Una de estas vías de influencia, según Disenso, es la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), que preside el marroquí Mounir Benjelloun Andaloussi Al Azhari, que está «en tensión permanente con la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), la organización musulmana más antigua y numerosa», encabezada por el sirio Ayman Adlbi. Ambas conforman la Comisión Islámica de España (CIE) y se disputan la primacía dentro de la misma.

«Benjelloun es considerado próximo al movimiento Justicia y Caridad», al que el informe califica de islamista. En este escenario, Disenso cree que «puede ser considerado como un influyente defensor de los intereses de Marruecos en España».

El informe también recuerda la labor desempeñada en su momento por la Asociación de Trabajadores Marroquíes en España (ATIME), creada en 1989 y dada por extinguida en 2010, con la que el reino habría tratado de «dotarse de una representatividad en el mundo laboral». «La influencia en el ámbito del trabajo fue buscada por Marruecos en términos cronológicos antes incluso de que se centrara en la dimensión religiosa», apunta.

En el plano político, Disenso menciona el hecho de que la coordinadora en España de la Agrupación Nacional de Independientes (RNI), partido del primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, figura en la lista del PSOE para las elecciones municipales por Marbella. «Este es el ejemplo más visible de alguien que ha seguido los consejos de Enaam Mayara», denuncia.

El informe también nombra expresamente al Partido Andalusí, «una organización aún confusa, liderada por el ceutí Driss Mohamed Amar, y que está apadrinada por un nieto de Blas Infante». Para la fundación de Vox, su iniciativa de vincular Ceuta y Melilla a Andalucía «puede ser perfectamente una operación teledirigida desde Marruecos, pues su objetivo es crear confusión y debilitar los territorios españoles en el Norte de África». El documento considera que esto dejaría a los Peñones y las Islas Chafarinas «descolgadas y, por tanto, su vulnerabilidad sería ya máxima».

La Asamblea Amazigh y la enseñanza islámica
Por otra parte, el texto llama la atención sobre la Asamblea Mundial Amazigh (AMA), liderada por Rachid Raha, nacido en Nador y con doble nacionalidad española y marroquí, y centrada en defender la causa del legado bereber. Este grupo, al que el informe considera que se ha estado dando publicidad «desde sectores políticos vascos y catalanes por motivos obvios», ha estado muy activo en los últimos meses «en la denuncia del uso de armas químicas por España en la Guerra del Rif, como también contra Argelia».

«La cuestión del uso de armas químicas da muchos réditos políticos, aprovechando el desconocimiento generalizado que hay en sectores de nuestra política y de nuestros medios de comunicación al respecto, los cuales pasan fácilmente de sentirse culpables por aquello que desconocen y que otros manipulan a pedir perdón una vez más y a mostrarse dispuestos a aportar, de forma peligrosa, cualquier tipo de desagravio», previene la fundación de Vox.

Asimismo, incide en que «desde 2015 la impartición de las clases de religión islámica en centros educativos públicos catalanes está en manos de personal aportado por la Fundación Hassan II para los Residentes Marroquíes en el Extranjero». «Esta es la que remunera a las dos decenas de profesores que imparten árabe y cultura marroquí», precisa.

«La Generalitat pone las aulas y Marruecos los docentes», setencia el informe. Todos estos ejemplos, subraya Disenso, sirven «de llamada de atención sobre la necesidad de ser vigilantes frente a la diseminación de las ideas y de las políticas de influencia por parte de los actores islamistas marroquíes».

Igualmente, pone de relieve el hecho de que, «de los 79 presos con condenas firmes por yihadismo en las cárceles españolas, hasta enero de 2023, la mayoría de ellos son marroquíes o de origen marroquí». Asimismo, cuestiona la motivación del país africano en su cooperación con España en esta materia, que ha permitido la realización de operaciones conjuntas.

Cooperación antiterrorista y contra la migración
Así, Disenso formula la hipótesis de que, cuando se habla de la necesidad de colaborar con Marruecos para «proteger Europa y España de una amenaza yihadista más que evidente», pueda haber detrás «dinamizaciones» del país africano.

En una línea similar se pronuncia Disenso respecto a «los buenos resultados en cuanto a la importante reducción de los flujos migratorios que llegan a través de las vallas de Ceuta y Melilla y las costas españolas» gracias a la «nueva relación» entablada con Marruecos. Para la fundación de Vox, esta realidad pone sobre la mesa «la evidencia del chantaje marroquí».

«Marruecos no está haciendo sino confirmar que tiene capacidad de controlar sus fronteras, pues ahora en buena medida lo hace. Por otro lado, deberíamos ser capaces de hacer ver al resto del mundo que, cuando no lo hace, no está cumpliendo con la obligación que tiene como Estado miembro de la comunidad internacional», apunta.

Y añade: «Dedicarnos a agradecer a Marruecos que no nos chantajee como suele, que es lo que se está haciendo continuamente, es un signo de debilidad estructural. En este contexto, Disenso recuerda que el reino alauí «ha recibido y está gastando los 346 millones de euros concedidos por la UE, a través de distintos programas, para gestionar sus fronteras».

Además, advierte de que el aumento del paro en Marruecos «permite prever un futuro complicado que podría ‘justificar’ desde la perspectiva marroquí futuras presiones migratorias irregulares».

Disenso también denuncia el «aprovechamiento» por parte del país africano de las «contradicciones internas en lo político» en España y llama la atención sobre «las concesiones de medios de comunicación nacionales» que dan espacio a «firmas y actores promarroquíes que en ningún momento ocultan tal posición».

Asimismo, alerta de un «cisne negro» que considera «extremadamente peligroso», «el creciente posicionamiento de sectores del mundo empresarial nacional, para los que es clave ‘ablandar’ la situación para que sus intereses particulares puedan verse favorecidos».