«El racismo y la lgtbifobia existen», dice Alex Martínez. Por eso no entiende que algunos consideren que no es necesario el ‘día del orgullo’.

-¿Los ataques homófobos se suceden cada día más?

-La lgtbifobia no es algo nuevo, pero en los últimos años los discursos de la extrema derecha se están legitimando en la sociedad; y es probable que, de haber un incremento, se deba a eso. Hay menos tolerancia hacia las agresiones y los colectivos afectados están denunciando más, lo que puede influir en el aumento de casos.

-¿Entre los jóvenes, ve una mayor o menor tolerancia?

-Veo más y menos. En entornos donde se favorece una educación en diversidad, la gente joven es capaz de reconocerlo como algo normal, pero también los discursos de odio y acciones que atentan contra ella. Sin embargo, también hay muchos influencers, generalmente hombres ‘cishetero’ blancos neoliberales, que centran sus mensajes a una audiencia joven similar a ellos para calar mensajes que reafirmen estos sesgos.

Mi voto Prefiero no contestar

Mi quiniela No me atrevo a hacerla

¿Por qué hay que votar? No contesto.

-¿El ataque de Villabona?

-Un reflejo de que en España, y en Euskadi también, el racismo y la lgtbifobia existen. Para quien afirme, aún en 2023, que las personas LGTBIA+ no necesitan un ‘día del orgullo’ y que las personas racializadas y/o extranjeras son las que cometen agresiones, aquí tenemos un ejemplo de que se equivocan.

-¿Ha sufrido algún ataque en primera persona?

-Prácticamente todas las personas del colectivo LGTBI por desgracia recibimos ataques verbales.

-¿A qué se deben estas actitudes?

-Primero, la derecha está empleando mensajes tránsfobos y lgtbifóbicos, racistas y machistas que van legitimándose, muchas veces planteándose como debates que, en verdad, no son necesarios: el derecho de hormonarse o no a menores trans, si pueden participar en competiciones deportivas… Segundo, la amplificación de estos mensajes y falsos debates por redes sociales y medios de comunicación. Los medios nunca han sido un fiel reflejo de la realidad, y siempre ha habido sensacionalismo en ellos.

-¿Cómo se puede poner freno a todo esto?

-Poner freno es una expresión utópica. Podemos trabajar en tres ramas. Primero, educar en general. También entender que atacar cada discriminación por separado no es suficiente, y tener una mirada crítica a lo que consumimos en redes y medios.

-¿Qué pide a las instituciones?

-Planes de acción y atención a víctimas de odio. En Euskadi existe una ley trans desde el 2012 (reformada en 2019), y carece de una ley LGTBIA+ integral. Y necesitamos un soporte real para abordar dichas leyes por parte de jueces y juezas.