El exmarine que asfixió a un doble de Jackson en Nueva York será imputado por homicidio involuntario
Daniel Penny, blanco, causó la muerte al afroamericano Jordan Neely, un vagabundo con problemas mentales, al intentar aplacarle en un vagón de metro el pasado 1 de mayo
El País, , 12-05-2023El exmarine Daniel Penny, que el pasado 1 de mayo causó la muerte por asfixia de un doble de Michael Jackson en el metro de Nueva York, será imputado este viernes por homicidio involuntario en el tribunal penal de Manhattan, ha anunciado hoy Alvin Bragg, fiscal del distrito. Penny, de 24 años, aplicó una llave de inmovilización al cuello de Jordan Neely, de 30, un afroamericano sintecho con problemas mentales que empezó a gritar en el vagón en que ambos viajaban. La maniobra ha sido prohibida por varios departamentos de policía por peligrosa.
“No podemos dar más información hasta que sea procesado en el tribunal penal de Manhattan, lo que esperamos tenga lugar mañana [por este viernes]”, ha añadido el fiscal Bragg, el mismo que imputó a Donald Trump por 34 delitos relacionados con el pago de un soborno a una actriz porno, en un comunicado.
Penny y Neely viajaban a primera hora de la tarde del Primero de Mayo en un vagón de la línea F del metro cuando el segundo empezó a gritar a los pasajeros que tenía hambre (”No me importa si muero. No tengo comida”, fueron sus últimas palabras), mientras arrojaba su chaqueta al suelo. Ayudado por dos personas que no han sido identificadas y que sujetaron los brazos de la víctima, Penny, que es blanco, rodeó el cuello de Neely con uno de sus brazos porque, a su juicio, la actitud violenta del imitador de Jackson suponía una amenaza para los pasajeros del vagón, según un comunicado del bufete de abogados que le defiende. Al cabo de varios minutos, el cuerpo de Neely se aflojó hasta quedar inerme, como muestra el vídeo grabado por uno de los viajeros. El forense determinó que la muerte se produjo por compresión del cuello. “Cuando Neely empezó a amenazar agresivamente a Daniel Penny y otros pasajeros, Daniel, con la ayuda de otros, intervino para proteger a los presentes hasta que llegara ayuda. Daniel nunca intentó causar daño a Neely y nunca podría haber previsto su prematura muerte”, dice el comunicado de sus abogados.
La muerte de Neely, conocido por sus imitaciones del cantante en estaciones de metro y en las calles de la ciudad y con un conocido historial de trastornos mentales, generó una polémica que engordaba a medida que pasaban los días sin producirse ninguna detención, con protestas callejeras y, el fin de semana pasado, la ocupación de las vías de la estación del suceso por un grupo de manifestantes. Activistas y cargos electos han alzado su voz para exigir justicia para la víctima, de raza negra, a la vez que subrayaban la desatención de personas con trastornos mentales en las calles y en el metro de Nueva York por parte de un consistorio que ha anunciado recortes presupuestarios en servicios sociales.
La muerte de Neely “se pudo prevenir”, han denunciado este jueves concejales pertenecientes a un caucus de minorías étnicas, dado que su nombre figuraba en un registro de vigilancia especial de 50 personas con problemas mentales de alto riesgo, informa la agencia Efe. Hace unos meses, el alcalde, Eric Adams, anunció que la ciudad internaría contra su voluntad en hospitales a aquellos incapaces de satisfacer sus necesidades básicas y que constituyeran una amenaza para sí mismos o para terceros. La iniciativa, muy polémica, es la última hasta el momento destinada a afrontar un fenómeno que la pandemia ha multiplicado exponencialmente: la imposible vida en las calles, o en los andenes del metro, de miles de vagabundos con antecedentes psiquiátricos. Pero su abordaje, por parte de Adams, como un problema de seguridad en vez de un asunto de salud pública ha sido muy criticado por expertos clínicos y trabajadores sociales.
En el comunicado de la defensa del exmarine se destaca el historial confirmado de diagnósticos de Neely, cuyo comportamiento quedó marcado, según sus familiares, a los 16 años por el asesinato de su madre, estrangulada por su novio y cuyo cadáver apareció en una maleta tirada en un arcén de una carretera del Bronx. “El señor Neely tenía una historia documentada de comportamiento violento y errático, probable resultado de una enfermedad mental no tratada”, explica el bufete, que incide en la indiferencia con que se trata a este tipo de enfermos. “Esperamos que de esta horrible tragedia se derive un nuevo compromiso por parte de nuestros funcionarios electos para abordar la crisis de salud mental en nuestras calles y nuestro metro”.
La muerte de Neely, no muy distinta de la del afroamericano George Floyd a manos de un policía en Minneapolis en la primavera de 2020, subraya la imperiosidad de abordar un fenómeno que periódicamente salta a los titulares por razones luctuosas, como cuando un individuo arrojó a las vías a una mujer que esperaba el metro en hora punta en un andén de Times Square. Los incidentes en el suburbano son frecuentes, pese a periódicos refuerzos del despliegue policial. Al complicado panorama se le suma en el caso de Neely el componente de la raza, lo que animó al alcalde Adams a retomar el grito de guerra que sacudió EE UU, y el mundo entero, tras la muerte de George Floyd: “Las vidas negras importan”, el lema del movimiento Black Lives Matter. Pero eslóganes al margen, Adams ha sido criticado también por reaccionar al homicidio con tibieza, denuncian los activistas, al recomendar prudencia hasta que la investigación hubiera concluido. Penny fue interrogado el día de autos y quedó en libertad sin cargos, hasta ahora.
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