valladolid. El bailarín Joaquín Cortés afirmó ayer que, como gitano, ha sentido “el despecho” de la intolerancia hacia su etnia y criticó que la actitud de la sociedad ante ellos se base en si la persona con la que tratan es famosa o no para que el desprecio se torne en “cariño” y “educación”.

Joaquín Cortés, que apadrinó en Valladolid la campaña Convivimos: conéctate a la tolerancia presentada ayer la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, explicó que le “duele ver cómo una persona puede ser maltratada” por ser diferente a la mayoría. Aconsejó a los que padecen la intolerancia “estar por encima” de las críticas o rechazos a los que son sometidos por otras personas y recordó que sus espectáculos y sus éxitos se basan precisamente “en el mestizaje”.

El artista cordobés, que actúa hoy en los Jardines del Palacio Real de la Granja de San Ildefonso (Segovia) dentro de su gira Mi soledad, defendió un “mundo sin fronteras” en el que se mezclen “culturas y etnias” y en el que “podamos convivir juntos” sin conflictos. En este sentido, explicó que uno de los temas que interpreta en su espectáculo, Que el odio acabe, intenta lanzar un “mensaje a la sociedad de hoy, que tiene tantos problemas”, entre los que citó a la inmigración que se trasladan de unos a otros paísesporlo que pidió una lucha contra la violencia. >efe