Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia del Premio Europeo Carlos V fue el testimonio de la refugiada ucraniana Lana Tryhub, de 34 años y dos hijas, quien abandonó su país por la guerra y vive ahora en Badajoz.

Relató su odisea desde Poltava, donde trabajaba de subdirectora del centro cultural del ayuntamiento y como cantante, hasta el piso de Badajoz donde vive con ayuda de la Cruz Roja y los trabajadores sociales de San Juan de Dios.

«Mi mente no podía dejar de pensar en mis hijas. ¿Cómo se vive en una guerra? ¿Cómo pueden vivir ellas una guerra y cómo puedo no preocuparme cuando no estoy con ellas? Cada día había alarmas que nos avisaban para bajar a los búnkers porque podían bombardearnos…», explicó con emoción y dolor.

Prosiguió con la explicación del programa de refugiados y su odisea en autobús por toda Europa hasta llegar a Castellón, adonde llegaron por tener un primo allí. Finalmente, las tierras extremeñas fueron su destino.

«Gracias a todos por creer en nuestras fortalezas y motivación de que todo saldrá bien. Gracias también a todos los países y su ayuda. Esto es muy importante para Ucrania y para los ucranianos», agradeció.

«Ya habéis podido comprobar que nos convertimos en una montaña para proteger a nuestro hogar y juntos con vosotros definitivamente conseguiremos la paz. ¡Gloria a Ucrania, gloria a los héroes!», espetó Lana ante el Rey, el secretario general de la ONU, António Guterres, y resto de autoridades.