La UE, a un paso de ratificar el Convenio de Estambul sobre violencia de género con la extrema derecha en contra

La ultraderecha se atrinchera en posiciones negacionistas mientras más de 50 mujeres son asesinadas en Europa cada semana a manos de sus parejas.

Público, MARÍA G. ZORNOZA@MARIAGZORNOZA, 10-05-2023

Una de cada tres mujeres en la UE, unas 62 millones, ha sufrido en algún momento de su vida violencia física o sexual. Más de la mitad ha sido víctima de un delito de acoso sexual. Y más de 50 mujeres son asesinadas cada semana en sus hogares. Casi una década después de la entrada en vigor del Convenio de Estambul, la Unión Europea se encamina hacia la ratificación del mayor tratado jurídico internacional para prevenir y luchar contra discriminación y la violencia hacia las mujeres. El Parlamento Europeo allanará este camino con su votación del miércoles, que se espera que salga adelante con una importante mayoría. En el debate previo, acontecido este martes, solo la extrema derecha de los Conservadores y Reformistas (ECR) e Identidad y Democracia (ID) se han mostrado negacionistas y en contra.

“Es el momento de que Europa dé este paso histórico porque las mujeres europeas están siendo asesinadas cada día por sus parejas. Cada semana, más de 50 mujeres son asesinadas en sus propias casas. El 85% de los crímenes o violencia sexual nunca se reporta a la policía. Es 2023”, ha alertado la ponente del informe Arba Kokalari, del Partido Popular Europeo. “La violencia de género es el mayor problema sin resolver en Europa”, ha coincidido el también ponente Lukasz Kohut, eurodiputado polaco de los Socialdemócratas. Populares, Socialdemócratas, Verdes y Liberales votarán a favor, por lo que, salvo algún potencial verso suelto, se espera que la resolución salga adelante con holgada mayoría.

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Por su parte, la extrema derecha se opone alegando “ideología de género” y recorte de la soberanía nacional de los Estados miembros. “Transforma el concepto de familia (…) y aumenta la desigualdad de hombres y mujeres”, ha espetado la eurodiputada Margarita de la Pisa Carrión, de Vox. La vicepresidenta de la Eurocámara, de hecho, se ha comprometido a revisar a algunas de las intervenciones de los ultras por posible delito de odio al vincular la criminalidad contra las mujeres al islam.

Este instrumento jurídico, que define la violencia contra las mujeres como una violación de los derechos humanos, entró en vigor en 2014 y desde entonces lo han firmado 46 países. El último en ratificarlo fue Ucrania. Turquía, que fue el país anfitrión, lo abandonó hace dos años. Por su parte, la UE selló su firma en 2017, pero había quedado secuestrado por la negativa de implantación nacional en los países más conservadores. Su ratificación final supondrá la armonización a lo largo y ancho del territorio comunitario para la protección de mujeres y niñas contra la violencia machista. Y es también un mensaje político de peso a gobiernos ultranacionalistas, como el polaco, que están dando pasos atrás en los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres. “Esta semana damos un paso histórico para las mujeres, un paso muy esperado por las feministas”, ha señalado la eurodiputada y vicepresidenta de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género del Parlamento Europeo (FEMM), María Eugenia Rodríguez Palop.

¿Cuál es el procedimiento a partir de ahora?
El Convenio había quedado en impasse tras la negativa de varios Estados miembros de adoptarlo. Aunque ha sido firmado por todos los Estados miembros, continúa sin ratificación en seis Estados miembros: Bulgaria, Chequia, Eslovaquia, Letonia, Lituania y Hungría, que alegan inseguridad jurídica, incompatibilidad con su Constitución y resistencia al concepto de “género”.

Por ello, fue clave la confirmación de la Justicia europea en 2021, que confirmó que la UE puede ratificarlo sin necesidad de unanimidad en el Consejo. Tras la opinión de Luxemburgo, el Consejo pidió a la Eurocámara un escrutinio. Se espera así que el miércoles los eurodiputados den su beneplácito a este paso importante para impulsar el fin a la violencia machista. El último escalón será la aprobación en el Consejo, pero la sensación es que hay una abultada mayoría de países que lo apoyarán. La mayoría de los grupos del arco parlamentario han defendido que lo que está en juego no es cuestión de ideologías, sino de salvar vidas. Mientras que el argumentario extremista se atrinchera en el negacionismo de esta lacra histórica. “La ratificación por parte de la UE salvará vidas de mujeres en Europa, pero es solo el primer paso”, ha advertido la eurodiputada popular Frances Fitzgerald.

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