Al menos siete personas han muerto y otras seis han resultado heridas cuando un automóvil embistió a un grupo de peatones esta mañana, en la ciudad de Brownsville, fronteriza con México. La acción tuvo lugar cerca del Centro de ayuda a inmigrantes indocumentados y a personas sin techo Ozanam, aunque por el momento no se sabe si tuvo alguna motivación racista o xenófoba. Brownsville es una ciudad latina, en la que aproximadamente el 94% de su población se define como “hispano” o “latino”. El conductor está hospitalizado bajo vigilancia policial.

El autor del atropello que le costó la vida a siete venezolanos es también un hispano, según el teniente Martín Sandoval, aunque no precisó la nacionalidad del detenido. El funcionario añadió que las autoridades obtuvieron una muestra de sangre del conductor y que se ordenó una prueba de toxicología.

El incidente llega cuando Estados Unidos vive momentos de tensión debido a la expiración, el jueves, del llamado Artículo 42, que permite ‘expulsiones exprés’ de inmigrantes indocumentados. El final de esa norma ha provocado una tremenda expectación al otro lado de la frontera, y podría provocar una avalancha de inmigrantes.

La norma fue puesta en práctica por Donald Trump alegando el riesgo para la salud provocado por el Covid-19, y luego expandida por Joe Biden, a pesar de que había prometido lo contrario, por temor a una avalancha de inmigrantes. La desaparición del Artículo 42 podría provocar un aumento del flujo migratorio tal que Biden ha ordenado el despliegue de 1.500 soldados (desarmados, dado que la ley de EEUU prohíbe que las Fuerzas Armadas lleven armas en misiones dentro del país) en la frontera.

El incidente de Brownsville ha llegado doce horas después de que se produjera otra matanza en Texas. En esa ocasión fue en la ciudad de Dallas, a unos 700 kilómetros al norte de Brownsville, lo que da una idea de las dimensiones del estado. En total, nueve personas fueron asesinadas a sangre fría en un centro comercial por una persona que fue muerta por la policía. Paradójicamente, en el centro comercial se vendían camisetas celebrando el uso generalizado de armas de fuego con caricaturas y chistes de diversa índole.