Al menos 33 muertos al naufragar sus pateras frente a Marruecos y Senegal
Otros treinta subsaharianos están desaparecidos La Unión Europea sólo confirma dos barcos y un avión del dispositivo prometido
El Correo, 02-08-2006El drama de las pateras continúa dejando su siniestro goteo de víctimas mortales. Ayer se conocieron detalles de dos nuevas tragedias. En la costa atlántica de la provincia de El Aaiún, en el territorio del Sáhara Occidental, fueron localizados los cadáveres de 28 subsaharianos, según confirmaron fuentes oficiales marroquíes. De acuerdo a esta versión, las víctimas partieron en dos embarcaciones de algún punto del litoral saharaui en dirección a Canarias.
Los cuerpos fueron descubiertos cerca de la localidad de Blibilat, a unos 40 kilómetros al norte de El Aaiún. Las autoridades marroquíes han abierto una investigación para determinar las circunstancias del naufragio, localizar al resto de los integrantes del grupo que viajaba a a bordo de las pateras y detener a los organizadores de la expedición. Asimismo, poco después, las fuerzas de seguridad desplegaron un dispositivo de control en la costa y arrestaron a 49 personas que se preparaban para emigrar ilegalmente a Canarias procedentes de Mali, Guinea, Costa de Marfil, Senegal, Ghana y Burkina Fasso.
Pero la muerte de estos 28 subsaharianos no fue el único drama registrado ayer. Tres jóvenes supervivientes avisaron de un naufragio en la zona de Daros Khoudos, en aguas de Senegal, país separado de Marruecos por Mauritania, cuyas costas son también punto de partida de numerosas expediciones en pateras. Hasta el momento, se han rescatado cinco cadáveres, pero las autoridades locales creen que los desaparecidos ascienden a una treintena. La zona del accidente está próxima al litoral, aunque las mismas fuentes indican que será muy difícil encontrar los cuerpos, ya que son arrastrados mar adentro por las corrientes atlánticas. El Gobierno del país africano admitía esta semana que lo ocurrido es frecuente y que muchas de las embarcaciones que salen con rumbo a Canarias no alcanzan su destino.
Entretanto, el flujo de inmigrantes que cruzan al archipiélago desde África occidental mantiene el ritmo propio de los meses de verano. El portavoz del Gobierno en las islas, Miguel Becerra, atribuye este incremento al anuncio de la inminente puesta en marcha del dispositivo Frontex para la vigilancia de las costas de origen, lo que ha obligado a adelantar las salidas antes de que la vigilancia sea más estrecha y escapar de los controles, más difícil. Sin embargo, el dispositivo de vigilancia anunciado a bombo y platillo por la Administración europea hace semanas y en el que está previsto que tomen parte ocho países de la Unión además de España, sólo confirmó ayer un barco y un avión italianos y otro buque portugués, aunque los promotores de la iniciativa confían en engrosar sus efectivos en la zona «en un futuro próximo».
600 en apenas tres días
La última avalancha trajo ayer a 172 ‘sin papeles’ a las costas canarias, que sumados a los 228 del lunes y los 205 del domingo arrojan un saldo escalofriante: más de 600 personas en apenas tres días. Un flujo peligroso para las propias personas que se juegan la vida en una travesía llena de incertidumbre y en la que el factor suerte juega muy a favor de los que llegan.
Ayer, 76 ocupantes fueron localizados a 90 millas al sur de El Hierro por un barco pesquero que los recogió. Además de estar perdidos en una zona atlántica alejada de las islas y arrastrados por las corrientes, tenían una vía de agua a bordo. El pesquero tenía previsto dirigirse al puerto herreño de La Restinga, pero se desvió a Tenerife donde los inmigrantes – uno de ellos grave – serían mejor atendidos. Horas antes llegaba a la playa tinerfeña de Los Cristianos otro cayuco escoltado por una embarcación de Salvamento Marítimo con otras 96 personas a bordo.
No fueron los únicos apresamientos. La Guardia Civil, que patrulla en aguas de Mauritania con la Gendarmería de ese país, en el marco del proyecto Atlantis para el control de la inmigración, interceptó en la madrugada de ayer cuatro cayucos con 130 inmigrantes irregulares que se dirigían a Canarias. José Luis Rodríguez Zapatero admitió ayer, en una visita al Cabildo de Lanzarote, que el problema de la inmigración es «una tarea ardua» que va a exigir «tenacidad y tiempo» para atajarlo, y prometió destinar más medios para combatir este fenómeno.
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