Hace cuatro años nació la cuarta hija de Iñaki Olaetxea, y por aquel entonces en el televisor del hogar familiar no cesaban las imágenes de miles de refugiados en la enésima crisis humanitaria. “Ante aquello, teníamos dos posibilidades: colgar en el muro de Facebook lo mal que está el mundo, o hacer algo”. Casualidades de la vida, dice Olaetxea, recibieron entonces desde SOS Racismo Gipuzkoa la invitación para participar en un programa de mentoría social con personas refugiadas y migrantes.

“Sin saber muy bien dónde nos metíamos, dimos un paso adelante. Pudimos conocer así a una familia kurda, con cuatro niños, como la nuestra”, explica el mentor de la primera edición, que después de este tiempo y de tanta convivencia e intercambio de experiencias ve a esa misma familia como “una más en Villabona”.

Con ese mismo espíritu, bajo el lema Tenemos más cosas en común de las que pensamos, se ha presentado este jueves en Donostia la cuarta edición del servicio de mentoría Izan Harrera, que busca a una decena de voluntarios para acompañar a personas en situación de fragilidad. “Asignamos a cada persona refugiada o migrante una persona voluntaria que le dedique tres horas a la semana a lo largo de al menos siete meses para establecer una relación de amistad que se convierta en un vínculo que de paso a un progresivo bienestar psico-social”, explica Silvana Luciana, de SOS Racismo.

La portavoz de la entidad ha ofrecido los detalles del programa en una rueda de prensa junto a Lide Madinabeitia, de Zehar Errefuxiatuekin, Xabier Vicente, de la productora que ha realizado la campaña de este año, Alberto Ariño, mentor actual y Olaetxea, cuyo testimonio es el mejor espejo de las bondades del programa. “Después de esta experiencia, hoy en día nuestros hijos no dicen que van a ir al cine con unos kurdos; dicen: nos vamos con los amigos. Han hecho piña. La verdad es que la participación de los menores en el programa ha facilitado muchísimo las cosas. Ha sido un proceso muy fácil”, reconoce el mentor.

La búsqueda de voluntarios llega en un contexto de creciente necesidad, en el que se han registrado 4.086 solicitudes de asilo en Euskadi, 1.019 de ellas en Gipuzkoa. Ante ese escenario, ¿qué hacemos como sociedad de acogida?, se ha preguntado Luciani.

Para la integrante de SOS Racismo, los bulos, prejuicios y rumores son la vía directa a los discursos del odio. “Enfrentar las mentiras que abonan los mensajes de las derechas más extremas es una necesidad fundamental si pretendemos ser partícipes de sociedades más cohesionadas y libres de intolerancia”, señala la integrante de SOS Racismo.

Las personas interesadas pueden consultar la siguiente dirección: https://sosracismogipuzkoa.org/izan-harrera/