El acceso a una vivienda es cada vez más complicado para la mayoría de ciudadanos, y uno de los motivos principales tiene que ver con que el precio de los inmuebles se incrementa a un mayor ritmo que el de los salarios. De ahí que exista una idea compartida en todos los niveles políticos y sociales de que acceder a un inmueble, un derecho recogido constitucionalmente, se está convirtiendo en un objetivo al alcance de unos pocos. Sin embargo, este problema parece no salpicar de la misma forma a los extranjeros, que en la última década han aumentado en más de un 570% el número de operaciones de compraventa de casas libres realizadas en Euskadi, donde el atractivo turístico-residencial ha crecido exponencialmente.

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Miguel Villameriel
Si hace una década, en 2013, los foráneos se hicieron en propiedad con un total de 274 viviendas (113 en el primer semestre del año y 161 en el segundo), en 2022 la cifra aumentó hasta las 1.560 (782 de enero a junio y 778 de julio a diciembre) según el último estudio presentado por el Consejo General del Notariado con datos que abarcan desde 2007 hasta finales del año anterior. En esta estadística entran tanto los extranjeros residentes en Gipuzkoa, Bizkaia y Álava como las personas que, manteniendo su primera vivienda en su país, pasan temporadas aquí en sus segundas residencias.

Tomando como referencia el último semestre de 2021, el País Vasco tuvo un crecimiento de operaciones del 8,8% en ese mismo periodo de 2022, ligeramente por debajo de la media estatal, que se encuentra en el 9,7%, con Asturias (34,68%), Galicia (31,03%), Canarias (22,41%) y Castilla y León (20,30%) como líderes. No obstante, el dato en Euskadi contrasta en un elemento tan importante como es la subida que se ha producido en los precios medios, donde el País Vasco ocupa la tercera posición con un 13,8% de alza, solo superado por Madrid, con un 17%, y Murcia, con un 15,1%. Parece, pues, que estas son las comunidades en las que recalan los inversores con mayor poder adquisitivo. El resto, no alcanzan la cifra de dos dígitos.

Incremento
En 2013 los extranjeros adquirieron 274 viviendas en Euskadi por las 1.560 que compraron en 2022
Así como en 2013 el precio medio por metro cuadrado pagado por parte de los compradores extranjeros en Euskadi era de 2.125 euros, en 2022 esa cifra creció hasta los 2.421 euros. En Baleares, por su parte, donde más caro está el inmueble para los foráneos, la cantidad ascendió hasta los 3.919 euros, mientras que en Madrid lo hizo hasta los 2.989 euros.

Por otro lado, el estudio analiza dos públicos objetivos: los no residentes con gran poder adquisitivo y los inmigrantes residentes que adquieren viviendas de carácter más humilde para seguir su vida en el país de adopción. Y es que existe un abismo de demanda entre los que más pagan por metro cuadrado, liderados por los suizos (2.904 euros de media), seguidos por suecos, daneses y estadounidenses, y los que menos, marroquíes (717 euros), rumanos y ecuatorianos.

Estadounidenses en cabeza
En Euskadi no deja de sorprender el dato de que los mayores compradores entre los no residentes son los estadounidenses, con un 27%, seguidos por los franceses, que acaparan el 18%. Si observamos el espectro de los residentes, los más activos a la hora de adquirir una vivienda son los rumanos, con un 15%, seguidos a distancia por la población llegada de Marruecos, con un 8%. En el Estado, en cambio, predominan las compras de británicos, alemanes y franceses, por ese orden. Es espectacular también el incremento general de compradores ucranianos en todo el Estado, casi del 100%, que cabe vincular con la guerra que sufre su país.

País Vasco
Rumanos (15%) y marroquíes (8%) son los residentes que más compraron en 2022
Con todo, las conclusiones del informe de las notarías llevan a pensar que hay una demanda creciente de vivienda por parte de extranjeros, que ya no solo buscan lugares de playa, de negocios o de inversión, sino que tiene un carácter muy variado. Que Euskadi es una de las comunidades con precios medios más altos, solo por detrás de Madrid y Baleares, y que en el incremento de precios por metro cuadrado también ocupa el tercer escalón, tras Madrid y Murcia, pese a tener un incremento moderado de demanda.

Algunas ciudades, como Donostia, ya han decretado limitaciones a las ampliaciones de hoteles y pisos turísticos. ¿Alcanzarán estas restricciones, como está ocurriendo en algunos países, también a las adquisiciones de viviendas por extranjeros no residentes? No parece que, al menos de momento, haya planes en esta dirección.