Gipuzkoa registra un delito de odio cada tres días. La mayoría de los ataques son de carácter racista y xenófobo; le siguen los casos que tienen que ver con la orientación e identidad sexual de la víctima y los delitos por razón de género, hasta alcanzar los 128 delitos en 2022, cifra que ha crecido «exponencialmente» también en el conjunto de Euskadi, donde se registraron un total de 435 delitos de odio ese mismo año, un 57% más que el ejercicio anterior. Son datos del ‘Informe de Incidentes de Odio de Euskadi’, presentado este lunes por el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, que compareció en el Parlamento Vasco junto a Jon Mirena Landa, director de la Cátedra Unesco de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la UPV para explicar las principales conclusiones del extenso documento.

El informe analiza los 435 incidentes de odio registrados por la Ertzaintza en 2022. Desde que se comenzó a estudiar este tipo de incidentes en 2016, el número de delitos se ha disparado, sobre todo entre el año 2021 y el 2022, un aumento que «demuestra la mejora de la actividad policial sobre el terreno», y «permite sacar a la luz una foto más real» así como reducir «la cifra negra» la de los delitos que no se denuncian.

En este sentido, Erkoreka insistió que «hemos mejorado la formación, preparación y concienciación de las técnicas de elaboración de atestados por parte de la policía. Si nada de esto se hubiera hecho, se seguirían registrando lesiones, amenazas, coacciones… sin el componente de odio».

Los delitos relacionados con el género de la víctima aumentan un 300%, en parte por el «fenómeno de los pinchazos»
No obstante, el consejero de Seguridad apuntó que «el delito de odio que aún está oculto es muy grande». A nivel territorial, Bizkaia, como en años anteriores, sumó 244 del total de los delitos, más de la mitad; en Gipuzkoa fueron 128 y en Álava, 56. Bilbao, Vitoria y Donostia fueron las tres ciudades con más episodios de odio registrados con 83, 47 y 31 casos respectivamente. Junto a la capital guipuzcoana, Irun es el segundo municipio del territorio donde más casos se denunciaron (19).

La mayor parte de los imputados fueron hombres (76,82%) y personas jóvenes de entre 18-29 años (26,02%) y 30-39 años (19,51%. La gran mayoría de los delitos se cometen en la vía pública (189 casos, el 43,5% del total) frente a los que se cometen dentro de la vivienda (66 casos, el 15,1%).

La tendencia se repite
En cuanto a la clasificación de los delitos en función de los «colectivos diana», la tendencia se repite con respecto a años anteriores y los casos relacionados con el racismo y la xenofobia (231) se siguen situando a la cabeza. La discriminación principal son ataques a las personas árabes: 68 casos, casi el 30% del total, seguidos de latinoamericanos (43) y negros (39).

Le siguen los ataques por la orientación e identidad sexual, que alcanzaron en Euskadi los 96 casos, un 31,5% más que en 2021 81 en Gipuzkoa y a lo largo del año pasado los incidentes relacionados con el género de la víctima «irrumpieron con una fuerza enorme», hasta registrar 68 casos 12 de ellos en Gipuzkoa, un 300% más que el año anterior, cuando se detectaron 17. Este notable incremento se explica en parte por «el fenómeno de los pinchazos», que se registraron como «lesiones leves con agravante de delito de odio y también hay que tener en cuenta que se parte de una cifra muy pequeña», según aclaró Landa, aunque añadió que «no es algo coyuntural y va a seguir creciendo».

Donostia e Irun suman la mayoría de delitos en Gipuzkoa y los ataques racistas a personas árabes son los más frecuentes
Sobre el resto de delitos, un 7,6% (34) giraron en torno a la ideología y orientación política; un 2% (9) sobre la diversidad funcional, «un campo difícil para sacar la cifra negra»; un 0,68% (3) corresponde a las creencias religiosas; un 0,23% (1) con la edad y el mismo porcentaje con la aporofobia (repulsión a las personas pobres).

En la clasificación de los delitos por tipo predomina el de lesiones (180 casos, 41,3%) como el más frecuente, seguido del delito de amenazas (90 casos, 20,69%) y del delito de coacciones (50 casos, 11,5%). Landa explicó el cambio producido en el «mapa de delitos», que muestra un aumento del número de lesiones. «Es buena noticia, ya que supone que se detectan e instruyen mejor y este tipo de delitos se han ido equilibrando con los de expresión», que «son una ‘rara avis’».

Por otro lado, el informe elaborado bajo la dirección y coordinación del profesor Jon Mirena Landa, director de la Cátedra Unesco de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la UPV, señala que el porcentaje de delitos se sitúa «por encima del peso demográfico» de Euskadi a nivel estatal. En ese sentido, el consejero de Seguridad concretó que la población vasca es un 4,6% del total, pero los delitos de odio suponen el 14,65% del total del Estado. Eso se debe «a que se detectan y se registran con mayor diligencia».

Siete de cada diez autores de los delitos son hombres
En cuanto a las personas imputadas, la mayoría, 182, son españolas (73,98%), de las cuales el 81,32% provienen de Euskadi, principalmente de Bizkaia (42,86%), con una media de edad de 38,4 años. Entre las personas imputadas de origen extranjero (26,01%), destacan los provenientes de África (54,69%) y América Central y del Sur (23,44%). A nivel municipal, la mayoría de las personas imputadas provienen de las capitales de territorio histórico, Vitoria-Gasteiz (11), Bilbao (23), Donostia (26) y Barakaldo (28). Asimismo, la Ertzaintza detuvo a 44 personas e imputó a 246 por cometer delitos de odio.