El año pasado el País Vasco registró más de un delito de odio al día. Según el ‘Informe sobre incidentes de odio’ que ha presentado este lunes en el Parlamento Vasco el consejero de Seguridad y vicelehendakari, Josu Erkoreka, en total se registraron un total de 435 incidentes de este tipo en el año 2022. Supone un incremento del 57% respecto a las cifras del año anterior.

Más de la mitad de estos delitos, el 52% tuvieron un componente racista o xenófobo. En este apartado es la comunidad árabe, con 68 casos, la más atacada. Además, en dos de cada diez casos, el 20% del total, el origen de los sucesos fueron ataques relacionados con la orientación sexual de las víctimas y ene l 15,3% hubo una motivación de género. Son cifras que suponen un récord en la la serie histórica de un informe que se empezó a elaborar en el año 2016.

Para Erkoreka, detrás del incremento de las cifras hay también una «mejora evidente de la actividad policial sobre el terreno». También ha explicado que se han mejorado los sistemas de registro, lo que ha definido como «positivo» y «esperanzador» porque permite «sacar una foto más real que quedaría oculta con la consiguiente indefensión y victimización de los colectivos diana».

Esa foto refleja que en las calles del País Vasco siguen existiendo ataques contra determinadas ideologías. El informe señala que hubo 34 delitos de odio político en el último año. Además, se registraron nueve relacionados con la diversidad funcional, otro caso ataque motivado por la edad y uno más por aporofobia.

Erkoreka ha destacado que a pesar de los datos, el delito de odio que permanece «oculto» sigue siendo «muy amplio». Asimismo, ha recordado las dificultades que siguen existiendo para prevenir estos ataques, «más allá» de adoptar medidas de «sensibilización» dirigidas al colectivo diana o la comunicación policial. «Ante una pelea, no sabes si va a desembocar en lesiones con componente de odio o no», ha lamentado.

Perfil del detenido
A pesar de esas dificultades, el informe demuestra que quienes cometen estos delitos sí siguen un patrón definido. En el último año la Ertzaintza detuvo a 44 personas, más del doble que en 2021. La gran mayoría tenían nacionalidad española y son originarios del País Vasco. Son sobre todo hombres de entre 18 y 50 años.

La gran mayoría de estos delitos, el 42,8% se cometieron en Vizcaya, frente al 28% de Guipúzcoa y el 10,4% de Álava. Según revela el informe, prioritariamente son situaciones que se dan en la vía pública y cuando no es así suelen darse en lugares públicos como los locales hosteleros, las tiendas, los centros educativos o los recintos festivos. Casi la mitad se registraron en fin de semana y prioritariamente en el mes de agosto.