La casa Baobab ha dado cobijo a más de 300 inmigrantes durante sus cinco meses de funcionamiento. Este centro, que asistió a personas que se veían obligadas a pernoctar bajo los puentes del viejo cauce de Valencia, ha tenido que cerrar sus puertas ante la imposibilidad de mantener los gastos del local.


A pesar de los llamamientos a las asociaciones y entidades públicas y de la recaudación conseguida por un concierto benéfico, el dinero no llegaba para más allá del mes de julio.


La solución surgió de una reunión con la concejala de Bienestar Social en el Ayuntamiento, de Valencia, Marta Torrado.


Tal y como explicaron fuentes de la asociación Psicólogos sin Fronteras, que colabora con la asamblea de Inmigrantes, Sin Techo y Amigos de Boabab, los 80 inmigrantes que actualmente pernoctaban en la casa Baobab de Ruzafa se han distribuido por cuatro albergues municipales.


Además, estas personas podrán pernoctar durante tres meses, en lugar de las dos semanas que se permite en este tipo de centros de atención.


El albergue de Nazaret ha acogido a unos 40 inmigrantes, mientras que el local municipal situado en Aldaya se encargará de la atención de 15. El resto se distribuirán en la Casa de la Caridad y en San Juan de Dios.


Desde la asamblea de Inmigrantes, se felicitaron de que tras este tiempo ya estará disponible el nuevo centro municipal de atención al inmigrante de la ciudad.


La previsión es que esté operativo antes del invierno.