La demanda de mano de obra por parte de las empresas mirandesas ha experimentado un repunte en lo que va de año. Así al menos se refleja si tomamos como base las tramitaciones laborales realizadas por el servicio de empleo de la Cámara de Comercio.

Las ofertas de laborales recibidas en la entidad cameral han aumentado un 15% respecto al año pasado y han llegado a alcanzar las 120 solicitudes. Las industrias del metal, altamente representativas en Miranda, concentran la mayor tasa de peticiones, siendo los operarios y los peones los más demandados, con un 22%, mientras que el trabajo especializado supone el 20%.

También sufre puntualmente las consecuencias de la necesidad de personal el sector del comercio, aunque probablemente sea la hostelería la que encuentre las mayores problemas para cubrir sus vacantes. Fundamentalmente, «por la dificultad para dar con personal que tenga experiencia y también por los horarios. Normalmente, buscar gente para trabajar los fines de semana es bastantes complicado», ha apuntado la responsable de Comunicación dela Cámara, Sonia Alonso.

Otro de los ‘nichos’ de empleo de difícil contratación se encuentra en el ámbito comercial, donde las ofertas son marginalmente cubiertas. Aquí, el problema es la elevada rotación. «Aquellos que se dedican a esta rama cambian mucho de empresa. Al producirse la apertura de nuevos negocios que demandan personal la gente se traslada de un sitio a otro por diversos motivos».

Por nivel de formación, las empresas solicitan en un 40% personal titulado en Formación Profesional, seguido de estudios elementales con un 26%. Las diplomaturas e ingenierías técnicas son más demandadas que licenciaturas, que sólo suponen el 12% de las peticiones cursadas.

El número total de currículums a disposición del empresariado en la bolsa cameral se establece en 460, de los cuales 291 pertenecen a mujeres. El perfil del demandante de empleo se corresponde con el de una mujer, entre los 18 y 35 años, con un título de FP1 o bachillerato. Por edades, hasta 30 años existen 304 personas inscritas, entre 31 y 45 años hay131; y mayores de 45 años se encuentra un grupo de 24.

También ha aumentado el número de inmigrantes que hace uso de este servicio. Y hace un tiempo su presencia era casi testimonial, ahora no lo es. «En los dos últimos meses, todos los días se ha acercado algún inmigrante a inscribirse en el servicio de empleo. Estaríamos hablando de entre 40 y 50 personas».

Por niveles de formación, el 37% dispone de una titulación de FP, los licenciados y diplomados superan el 32% y el 20% tienen estudios elementales. «De Formación Profesional predominan los administrativos y entre los universitarios hay bastantes personas con Económicas, Empresariales y Humanidades. También hay algunos ingenieros inscritos pero no son demasiados y suelen tener especialidades con menor tasa de ocupación».

Todos estos datos avalan la labor de intermediación de esta organización. Por ello, el presidente de la Cámara de Comercio, Fernando Escobillas, se ha mostrado satisfecho de su funcionamiento. «El servicio de empleo de la entidad es ágil y eso se demuestra en el aumento de las cifras. Las empresas cada día nos confían más la búsqueda de trabajadores y los usuarios perciben una información puntual de las ofertas del mercado».