Los robos en el interior de viviendas han pasado de un centenar al mes a apenas una decena en el territorio controlado por los Mossos d’Esquadra. En una entrevista concedida a la agencia Efe, la Consellera de Interior, Montserrat Tura, asegura que la operación Cedazo y la sensibilidad de los jueces han contribuido a este importante descenso.
Entre finales de abril y mayo, se creó un clima de miedo y angustia cuando los medios de comunicación informaban, casi a diario, de violentos asaltos en casas unifamiliares. El fenómeno no era nuevo. Pero sí que lo era la violencia utilizada por determinados asaltantes, que lejos de inmutarse ante la presencia de los moradores, aprovechaban su pánico para agredirles y lograr más botín.

INQUILINOS QUE DUERMEN
Los asaltos violentos se acompañaron, además, de un incremento puntual de los golpes silenciosos, que consisten en que el delincuente aprovecha que los inquilinos duermen para robar en pocos minutos todo lo que encuentra.
El pánico generalizado forzó a la Guardia Civil a enviar agentes en prácticas a las zonas que todavía son de su competencia, y a los Mossos d’Esquadra a diseñar la denominada operación Cedazo, en la que participan patrullas de seguridad ciudadana y de tráfico. Los controles son reticulares, o lo que es lo mismo, no están colocados al azar, sino en zonas de acción preferente de las bandas. Y lo más importante, hay una comunicación constante entre todos los controles desplegados, como si se tratara de una tela de araña que tiene capacidad de cerrar completamente cualquier zona o vía, sin opción de entrada o de salida, ante la más mínima sospecha.
Los Mossos d’Esquadra pusieron en marcha a mediados del pasado mayo la operación Cedazo, después de que el número de robos se triplicara desde principios de año, hasta alcanzar los 78 casos en marzo, los 108 en abril y los 96 en mayo.
Los controles reticulares que la policía autonómica montó en las zonas territoriales donde se detectaron la mayoría de robos cosechó rápidamente frutos: en tan sólo 26 días los Mossos detuvieron a 76 presuntos ladrones de viviendas.
El aumento de las detenciones, unido a una “colaboración muy importante del poder judicial, que en la mayoría de casos dictó prisión preventiva”, ha permitido reducir drásticamente la ola de robos en viviendas, de manera que “se ha pasado del centenar mensual a unos diez en el último mes”, destacó la consellera de Interior.
En relación a los robos violentos, Tura aseguró que, en lo que va de año, y siempre refiriéndose al territorio controlado por los Mossos, se han contabilizado 14.
Tura explicó, en la misma entrevista, que la mayoría de las bandas de ladrones desarticuladas en Catalunya “tenían vinculaciones con personas de nacionalidad española”, pese a estar compuestas mayoritariamente por extranjeros.
En lo que llevamos de año, los Mossos han contabilizado 375 robos silenciosos, frente a los 256 denunciados en el mismo periodo del año pasado. Hasta el 30 de junio, la policía autonómica había detenido a 74 presuntos ladrones silenciosos, entre los que había cinco mujeres y un menor. El 60% eran rumanos, un 14% españoles y el resto se reparten entre lituanos, moldavos, argentinos y bosnios.