Tres barcazas con un total de 205 inmigrantes a bordo arribaron ayer a las costas de Tenerife, además de los cadáveres de los dos ‘ilegales’ que no pudieron ser rescatados en la madrugada del viernes y que quedaron a la deriva debido a las malas condiciones del mar. El último de los cayucos que alcanzó la isla llegó por sus propios medios a una playa que se encontraba plagada de bañistas.

Las dos primeras embarcaciones fueron avistadas por Salvamento Marítimo a lo largo de la mañana. La jornada comenzó a las cinco de la madrugada. El buque ‘Punta Salinas’ remolcó un barco con 35 ‘sin papeles’, uno de ellos menor de edad, hasta el puerto Los Cristianos, situado en el sur de Tenerife. Esta misma actuación se repitió cuatro horas después, cuando Salvamento Marítimo localizó otra barca con 82 inmigrantes, de los cuales tres eran menores. Ningún ocupante requirió de asistencia sanitaria.

Ayuda para salir del agua

El tercer cayuco fue el único que llegó a tierra sin ser escoltado por la policía. Lo hizo a las tres y media de la tarde en la playa de La Tejita, situada en el municipio tinerfeño de Granadilla. Un total de 88 inmigrantes, entre los que se encontraban dos mujeres y un menor, lograron alcanzar la orilla, donde fueron atendidos en un primer momento por los bañistas que disfrutaban del buen tiempo.

Los veraneantes, según detallaron fuentes de la de la Delegación del Gobierno en la isla, les ayudaron a salir del agua, les socorrieron e incluso hubo personas que introdujeron su vehículo todo terreno en la arena para auxiliar a los ‘ilegales’, ya que alguno se encontraba sin fuerzas para desplazarse.

Tras esta primera ayuda, los inmigrantes fueron atendidos por efectivos de la Cruz Roja, Policía Nacional y Guardia Civil. Ocho de ellos tuvieron que ser trasladados a centros hospitalarios por problemas de hipotermia y deshidratación, aunque ninguno reviste gravedad.