Nuestro compromiso con la población inmigrante

La Voz de Galicia, JOSÉ MANUEL ZAPICO, 21-03-2023

Emigrar no es tarea fácil, nunca lo ha sido. Lo sabemos bien en nuestro país, y en Asturias, donde tantas veces hemos tenido que hacerlo, huyendo del hambre y la dictadura.

Desde hace décadas recibimos a personas que huyen también de conflictos armados o de la pobreza. Lograr su plena integración es un acto de solidaridad y justicia, y una responsabilidad colectiva frente a los discursos cargados de odio y demagogia de la extrema derecha. El 21 de marzo se celebra el Día contra el Racismo y la Xenofobia y es una buena ocasión para reforzar nuestro compromiso con la población emigrante. Que no es nuevo.

En 1991 el Centro de Información a Trabajadores Extranjeros (CITE) de Comisiones Obreras inició su funcionamiento. El primero de sus objetivos era informar, orientar y asesorar a las personas inmigrantes sobre los procedimientos necesarios para regularizar su situación, garantizar sus derechos y reivindicar las condiciones legales que permitan una verdadera igualdad de oportunidades. Desde entonces el CITE se ha convertido en el principal punto de referencia en Asturias para las personas migrantes que están pendientes de documentación.

Asturias no es, por cierto, una comunidad que reciba mucha emigración. De hecho es la tercera, tras Galicia y Extremadura, con menor presencia relativa de población foránea: 45.466 personas, según el último padrón, el 4,5% de la población total. La media en España se sitúa en el 11,6%. Y el flujo se ha detenido: al año pasado solo aumentó en 21 personas con respecto a 2021.

La rumana es la nacionalidad más presente. Le sigue la población inmigrante de Colombia, Venezuela y Marruecos. Un dato revelador: antes de la invasión rusa había 876 personas ucranianas empadronadas en la región. A finales de octubre de 2022 la solicitaron 1.460 personas refugiadas.

El CITE es para CCOO un observatorio permanente del fenómeno migratorio en Asturias, a través del cual obtenemos una muestra importante de datos, que posibilita el análisis de esta realidad y facilita la determinación con criterio de nuestras propuestas políticas en materia de inmigración.

El pasado año atendió en sus locales 3.255 consultas y respondió a más de ocho mil llamadas telefónicas y correos electrónicos. La mayor parte del trabajo desarrollado procede de la demanda de información y gestión de nacionalidad, renovaciones de trabajo, reagrupación familiar, y renovaciones de residencia.

Precisamente una de las que más nos hemos involucrado tiene que ver con el examen (obligatorio para acceder a la nacionalidad) sobre Conocimiento de la Constitución Española y de la Realidad Social y Cultural Españolas (CCSE), que gracias a nuestra reivindicación, logramos que se realizara en Asturias. Pero detectamos que el número de plazas disponibles se cubría antes de mediados del año en curso, lo que provoca que muchas personas tuvieran que desplazarse a comunidades limítrofes, incluso a Madrid. Nuestra solicitud de ampliación, primero al Instituto Cervantes, y luego al decano de la facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad de Oviedo, fue aceptada, lo que evita traslados y gastos añadidos para personas con economías generalmente precarias.

La situación del colectivo en el mercado laboral es delicada, a pesar de que en el último año tal como recoge la memoria del CITE en su anexo tuvieron más empleo, menos paro y mejores contratos, gracias a la reforma laboral, que hizo posible que el 45% de ellos fueran indefinidos, cuando en 2021 habían sido el 12%.

También hemos detectado la enorme dificultad que tienen para conseguir citas previas en la Oficina Única de Extranjería de Oviedo. Hay personas que pueden estar meses intentando obtenerla para acudir presencialmente, y siempre se encuentran con que «no hay citas disponibles en este momento». Esta manera de tramitación no presencial origina dificultades para acceder a los diferentes sitios de la Administración para un sector de la población en el que la brecha digital está bastante más acusada que para el resto de la población.

De ahí la importancia de que sigamos desarrollando nuestra labor de información, asesoramiento, orientación y denuncia. Prestar ayuda en una de las mejores maneras de plasmar nuestro compromiso con la población emigrante. Llevamos 32 años haciéndolo.

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