El número de extranjeros indocumentados que viven en la Comunitat Valenciana ha disminuido un 35% en los dos últimos años, a pesar de que la población inmigrante aumentó en el mismo periodo un 38%. En cualquier caso, la cantidad de ‘sin papeles’ aún asciende a 184.200 personas: prácticamente 3 de cada 10 empadronados. Las cifras del padrón hechas públicas esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE) siguen demostrando que el mapa valenciano de la inmigración es muy diferente del nacional. Según el avance de datos, en la Comunitat hay empadronados 247.275 ciudadanos de la Unión Europea más Noruega y Suiza.


La cifra de comunitarios no tiene comparación con la de ninguna otra autonomía. Este casi cuarto de millón de habitantes no necesita un permiso de residencia para vivir legalmente en Alicante, Castellón y Valencia.


Además, en la Comunitat Valenciana hay 393.706 extracomunitarios. De todos ellos, alrededor de 184.200 no disponían de un permiso de residencia en enero de 2006.


La cifra supone que el 28% de los extranjeros no tienen
papeles
, casi 3 de cada 10. Sin embargo, la cantidad de inmigrantes indocumentados se ha reducido en un 35% en los dos últimos años. A principios de 2004 había unos 284.000 extracomunitarios en esta situación y un año después la cifra pasó a casi 265.000.


En ese periodo la cifra total de extranjeros empadronados aumentó un 38%.


Según expertos consultados, básicamente dos factores han influido en la reducción de la clandestinidad: el proceso de regularización al que accedieron más de 80.000
sin papeles
y la incorporación de diez nuevos países a la Unión Europea.


Una primera aproximación a los datos del revela que el incremento de foráneos empadronados en 2005 (unas 60.000 personas) es poco más de la mitad de los extranjeros que se incorporaron a la Comunitat en el año 2002: 113.000. La inmigración se ha frenado considerablemente.


Otro factor que reducirá la clandestinidad en los próximos años será la entrada de Rumanía y Bulgaria a la UE. Casi 95.000 cuidadanos de estos países viven en la Comunitat, una proporción muy superior a la del resto de España.


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