Cae en Madrid el enlace colombiano del hijastro de Oubiña en el alijo de cocaína de Corme
La Voz de Galicia, 30-07-2006?ace tiempo que los clanes latinoamericanos de la cocaína han situado estratégicamente a sus propios representantes en España, encargados de cerrar negocios con transportistas especializados que, como los narcotraficantes gallegos, estén dispuestos a introducir el polvo blanco en Europa. Uno de ellos cayó este semana. Se trata de un ciudadano colombiano al que se considera el enlace sudamericano que, junto a David Pérez Lago, el hijastro de Oubiña, urdió el alijo de coca que a finales de abril naufragó en una playa de Corme.
Tras ser detenido en Madrid por agentes del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco), el presunto coordinador del desembarco de seis toneladas de cocaína – las fuerzas de seguridad consiguieron recuperar la tercera parte – fue trasladado el viernes a Cambados. Prestó declaración en el juzgado de instrucción número 2 de la villa arousana, que dirige las investigaciones, en presencia del fiscal antidroga de Pontevedra, Marcelo Azcárraga. A continuación, ingresó en la prisión de A Lama.
Red desmantelada
Con él, son ya siete las personas detenidas en relación con la operación que, por parte gallega, capitaneaba Pérez Lago. Él mismo fue encarcelado de forma inmediata, en mayo, junto a dos de sus colaboradores, Vicente Maneiro Dios – un arousano que extendía sus actividades a la importación de automóviles de lujo desde Alemania – y Ricardo Cores Chazo. Poco después eran apresados también el armador Ramón Baúlo Sineiro, vinculado a la familia de los Caneos, y dos mujeres, la abogada Tania Varela y Diana Torres, compañera sentimental de Ricardo Cores, ambas en Cambados.
El alijo interceptado por la Guardia Civil en la Costa da Morte es, probablemente, uno de los más extraños que se hayan intentado ejecutar en los últimos tiempos en Galicia. No en vano, la parte central del mismo se desarrolló en pleno día, un primaveral domingo de playa, frente a la cala de A Barda. Allí varó una de las tres planeadoras en liza, para pasmo de los usuarios del arenal. Otra de ellas se fue a pique y la restante logró burlar el cerco policial. Por tierra hicieron lo propio seis implicados, a bordo de un Audi que fue abandonado en Zas. A David Pérez Lago no le sonrió la misma fortuna. Era uno de los tripulantes de la lanzadera que engulló el mar.
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