Una nave de la Marina militar italiana rescató en la noche del viernes a 14 inmigrantes que se encontraban en una barca a la deriva a 130 millas de la isla de Lampedusa, al sur de Sicilia. Habían partido de Libia 20 días antes, pero no todos llegaron a poner pie en Italia.

«Cuando salimos, éramos 27. Durante la travesía, 13 de nosotros murieron y tuvimos que arrojar sus cuerpos al mar», reveló uno de los supervivientes.

Siete de ellos tuvieron que ser ingresados en el hospital Cívico de Palermo, la capital de Sicilia, al encontrarse en condiciones muy graves. Dos de ellos están en coma.

La barca fue avistada el viernes al sur de Lampedusa por un pesquero siciliano que advirtió a las autoridades, y éstas enviaron a la nave militar Sibilla para rescatar al grupo, según informa la agencia Efe.

«No se tenían en pie, parecían fantasmas», comentó Stefano Bricchi, el comandante de la nave que les rescató. «Estaban tumbados en la barca y agitaban sin fuerza las manos. Nos dijeron que llevaban 20 días a la deriva, y que los alimentos y el agua se les habían terminado la primera semana».

Mientras se asistía a estos inmigrantes, una motora de la Guardia Costera interceptó otra barcaza con 31 clandestinos a bordo, entre ellos dos mujeres, al sur de Lampedusa. La Guardia de Finanzas (Policía Fiscal de fronteras) detuvo otra embarcación con unas 30 personas.

En los últimos 15 días ya son más de 2.000 los inmigrantes, en su mayoría magrebíes, que han llegado a Lampedusa.

Según indicó hace unos días el ministro del Interior, Giuliano Amato, el patrullaje de las costas de Mauritania y Senegal ha contrarrestado los desembarcos en España, y ha llevado por tanto a la inmigración clandestina a desviar parte de sus rutas hacia Italia.