La despedida de curso del grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Barcelona fue ayer tan envenenada como la de CiU un día antes. El presidente del grupo popular, Alberto Fernández Díaz también impuso “suspensos” para evaluar la gestión del equipo de Joan Clos, especialmente en materias de seguridad, civismo, inmigración, vivienda y política social y se presentó como única alternativa real de cambio.
El PP incluyó en su varapalo a Xavier Trias (CiU), que el jueves dijo que tenía claro que “la única” fuerza política con la que no pactaría en caso de llegar a la alcaldía sería con el PP. Según señaló Fernández Díaz a este diario, que Trias se plantee remotamente poder pactar con Clos ya lo deslegitima como relevo.
Sin embargo, el concejal popular coincidió con Trias en censurar los “37.000 euros diarios” que – – en el 2005 – – gastó el equipo de gobierno en propaganda y “autobombo”.
Su balance del curso político municipal estuvo encabezado por críticas a la gestión local de los problemas de incivismo e inseguridad, que según el edil popular se han “agravado”. Si el 2004 estuvo marcado por el “fracaso del Fòrum” y el 2005 por el “desastre del Carmel”, para Fernández Díaz el 2006 ha puesto en evidencia “el error del pacto entre Trias y Clos” para llevar adelante la ordenanza cívica que, en su opinión, no ha resuelto los problemas de incivismo que padece la ciudad.

INSEGURIDAD
Igualmente crítico fue con el despliegue de los Mossos. “Clos ha bajado la guardia en seguridad”, dijo. Entre los puntos en los que incidirá su grupo en la recta final de mandato estarán “aclarar de una vez” las cuentas del Fòrum y reclamar otro Plan de Inmigración.