La policía de Bulgaria encontró 18 inmigrantes irregulares muertos por asfixia, entre ellos un niño, en un camión abandonado a 25 kilómetros de la capital, Sofía, en las cercanías de la localidad de Lokorsko. Las 18 personas, al parecer todas ellas de nacionalidad afgana, murieron por falta de aire dentro del camión en el que estaban encerradas. El vehículo transportaba oficialmente madera y los cuerpos fueron hallados en un compartimento falso habilitado debajo de la carga.

Viajaban cerca de 40 inmigrantes. Los supervivientes, entre los cuales hay varios niños, fueron trasladados a hospitales de Sofía y este viernes al menos catorce de ellos se encontraban en estado crítico pero estable, según dijo a la prensa el ministro búlgaro de Salud, Asen Medzhidiev. “Ha habido falta de oxígeno para los que estaban encerrados en el camión. Estaban helados, mojados, no habían comido durante varios días”, indicó Medzhidiev.

Algunos de los supervivientes relataron que, por razones desconocidas, los traficantes de personas abandonaron el camión y huyeron. Poco después, cuatro personas fueron detenidas, una de ellas con antecedentes penales por tráfico de personas, según informó la policía.

Las autoridades creen que los inmigrantes subieron al camión en algún punto de la frontera entre Bulgaria y Turquía y que se dirigía a la ciudad de Dragoman, cercana al límite con Serbia, que sospechan era el destino final de la carga humana. La policía búlgara trata de identificar a los conductores del camión.

Bulgaria, miembro de la Unión Europea pero no de la zona Schengen de libre circulación, forma parte de la ruta por la que inmigrantes y refugiados tratan de llegar a través de Turquía, Serbia y otros países de los Balcanes hasta países ricos de Europa occidental.

El destino final podría ser Serbia
Los inmigrantes habrían subido al camión en la frontera entre Turquía y Bulgaría
Bulgaria está situada en una ruta utilizada por inmigrantes de Oriente Medio y Afganistán para entrar en la Unión Europea. La mayoría de los que logran llegar al país, no se queda en Bulgaria, sino que busca mudarse a países más ricos de Europa occidental, a menudo utilizando elaboradas redes de traficantes humanos.

En el 2015, tres camioneros búlgaros fueron detenidos y acusados de la muerte de 71 inmigrantes hallados sin vida junto a una autopista austriaca. Viajaban en un camión frigorífico que había entrado desde Hungría y fue abandonado en la cuneta de una autopista.

En diciembre pasado, Austria y los Países Bajos bloquearon la entrada de Bulgaria a la zona Schengen sin pasaporte de la Unión Europea por motivos de seguridad y para preservar el estado de derecho, pero el Gobierno tiene intención de insistir e intentará volver a entrar este año en el acuerdo fronterizo comunitario.

Las muertes de inmigrantes por asfixia o en accidentes en camiones mientras eran trasladados por carreteras de la Unión Europea llevan años sucediendo, sin que las autoridades comunitarias consigan evitarlas.

El año pasado, cuatro personas murieron cuando un vehículo que trasladaba inmigrantes se desvió en un puente y acabó en el río Répce, en la localidad húngara de de Kapuvár (Hungría), cerca de la frontera con Austria.