El Aita Mari ha vuelto a salir al Mediterráneo con el objetivo de salvar nuevas vidas. El buque de Salvamento Marítimo Humanitario ha zarpado esta pasada noche del puerto italiano de Civitavecchia tras haber finalizado el desembarco de las personas supervivientes. Y es que el Aita Mari rescató el miércoles a 31 migrantes y ayer pudo atracar en Civitavecchia.

El rescate tuvo lugar el miércoles por la tarde, cuando el Aita Mari avistó un pequeño bote de madera a la deriva en aguas del Mediterráneo con 31 personas a bordo, entre ellos, nueve niños, un bebé de tres meses y tres embarazadas. El Gobierno italiano les concedió permiso para desembarcar en el puerto de Civitavecchia, a unos 80 kilómetros de Roma, a donde llegaron a la una de la madrugada tras dos días de navegación.

Posteriormente, la tripulación del Aita Mari, que se halla inmersa en su novena misión, se dedicó a desinfectar la nave para conseguir el necesario certificado de sanidad italiano para volver a alta mar. Se trata de la primera vez que el Aita Mari realiza una doble misión en un solo día. Es decir, hasta la fecha, tras un rescate y el desembarco de las personas rescatadas, siempre volvían a su base exterior pero esta vez, en lugar de regresar, han vuelto a zarpar hacia el Mediterráneo con la esperanza de realizar un nuevo rescate.