«Euskadi no atrae a inmigrantes de alta cualificación»

La catedrática Sara de la Rica advierte del riesgo de que la tecnología agrave la desigualdad salarial en la presentación del Libro Blanco del Empleo en Euskadi

El Correo, Ana Barandiaran, 17-02-2023

La catedrática Sara de la Rica, directora de la fundación Iseak, ha presentado este jueves en Bilbao, en el marco del WORKinLan Summit, el ‘Libro Blanco del Empleo en Euskadi’ en el que desgrana con abundantes datos la situación del mercado laboral vasco ante los retos demográfico, climático y tecnológico. En relación a este último desafío advierte de que amenaza con agravar la desigualdad salarial en el País Vasco, que ya ha crecido de forma alarmante durante las últimas crisis. «Si no se toman medidas, esto puede llevar a la polarización y la ruptura de la cohesión social», ha asegurado. Otra de sus conclusiones más destacadas es que Euskadi «no atrae inmigrantes de alta cualificación como otros países; solo de baja».

Tras examinar cada uno de los tres retos y su posible impacto, el libro elaborado por el equipo de Iseak plantea una batería de medidas en los espacios de actuación que se abren. En el ámbito de la creciente digitalización, De la Rica se dirige a las empresas para pedir una mayor formación continua. «No vale despedir a los trabajadores que no tienen las competencias necesarias para contratar a aquellos que las tienen», ha afirmado. También ha apuntado que en Euskadi hay bastante margen de mejora en esta materia, dado que solo un 15% de los ocupados realiza formación continua, por debajo de otros países como Suiza, donde el porcentaje llega al 30%.

También ha atribuido gran importancia al papel que deben jugar las instituciones. «El mercado laboral premia cada vez más a los perfiles de alta cualificación, mientras que deja de lado a aquellos que no la tienen. Ocurre, por ejemplo, en el sector de los cuidados, donde el empleo es de mala calidad. Ahí tiene que intervenir la administración», ha apuntado.

Una de las ideas que ha apuntado en esta materia es una mayor colaboración público-privada, con la implantación de políticas industriales públicas que promuevan aquellas innovaciones que tengan impacto positivo en el empleo, en vez de limitarse a sustituir capital humano por máquinas. Ha añadido que estas medidas deberían llegar especialmente a las pequeñas empresas y al ámbito de los servicios.

Otra de las iniciativas en las que ha hecho hincapié es en la necesidad de mejorar los servicios públicos de empleo, que ya están inmersos en una gran transformación. «Tienen que mirar primero a las empresas, como si fueran sus clientes, para luego articular sus actuaciones. Ya se está avanzando, pero queda margen de mejora», ha dicho.

El punto de partida, ha precisado, tiene luces y sombras. En la parte positiva destaca un mayor índice de desarrollo humano debido a la alta cualificación de los trabajadores vascos y unos salarios por encima de la media. En el lado negativo ha resaltado esa creciente desigualdad. Los salarios más bajos han caído un 20% desde 2008 mientras los altos se han mantenido. El número de trabajadores pobres se ha disparado desde el 5% al 8,3% entre 2008 y 2018.

«La tecnología amenaza con agravar esta desigualdad y producir un estancamiento de los salarios. La razón es que implica dar más peso al capital y menos al factor trabajo, con lo que los trabajadores pierden capacidad de negociación», ha explicado.

Otro de los grandes retos es el demográfico. Euskadi está a la cola de España en natalidad y tiene una población muy envejecida. Iseak considera que habría que aumentar la tasa de actividad de los trabajadores de entre 55 y 64 años, con políticas que desincentiven la jubilación, y también aumentar la participación de las mujeres, que en muchos casos trabajan a jornada parcial de forma no deseada. También ha aludido a la inmigración, con la advertencia de que Euskadi no atrae a inmigrantes de alta cualificación.

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