PNV y PSE zanjan su crisis por el centro de refugiados pero abren una brecha con Bildu y Podemos

Los socios evitan romper su unidad de voto gracias a un texto genérico, aunque se distancian del resto de partidos que apoyan el Pacto Vasco por las Migraciones

Diario Vasco, Xabier Garmendia, 17-02-2023

Si en el futuro alguien revisa las actas de votaciones del Parlamento vasco, no podrá deducir que PNV y PSE-EE vivieron uno de sus enfrentamientos más duros a cuenta de un centro de acogida de refugiados en Vitoria. Ambos grupos han apoyado este jueves una enmienda común, muy genérica, frente a las mociones de Elkarrekin Podemos-IU y PP+Cs. Sólo si esa persona recurriera al diario de sesiones, donde se transcriben todas las intervenciones, descubriría rescoldos de una discusión en la que, en puridad, sendos socios del Gobierno vasco defienden posiciones opuestas.

En consonancia con el compromiso que los integrantes del Ejecutivo autonómico sellaron tras el inédito intercambio de acusaciones crudas, tanto jeltzales como socialistas han evitado ahondar en polémicas. Pese a mantenerse firmes en sus posiciones, con el PNV en contra del proyecto del Gobierno central y el PSE-EE a favor, ambos entienden que el rifirrafe estaba llegando demasiado lejos y que concedía a la oposición una tentadora imagen de división del Gabinete Urkullu en vísperas de las elecciones municipales y forales de mayo.

Las iniciativas que Podemos y PP llevaban al pleno amenazaban con reabrir la brecha, pero los socios de Lakua se conjuraron para evitarlo. Primero lo hicieron en la Mesa del Parlamento, donde se valieron de su mayoría para fusionar el debate de sendas mociones pese a no ser estrictamente del mismo asunto. Los populares proponían una mesa interinstitucional para debatir sobre recursos como el proyectado en Vitoria, mientras que los morados que han firmado una enmienda transaccional con EH Bildu se alejaban de la polémica del centro de Arana y pedían un impulso al modelo vasco de acogida.

Críticas de la oposición
Esa fusión les permitió diseñar una enmienda común, estudiada al milímetro, en la que pasan de puntillas sobre la polémica. En resumen, el texto que ha salido adelante con los votos de jeltzales y socialistas se limita a apoyar el modelo vasco de acogida y el objetivo de «una integración cívica» de quienes huyen de sus países de origen. De todas formas, unos y otros han marcado perfil en la tribuna. Joseba Díez Antxustegui (PNV) ha insistido en la falta de «diálogo» y «sensibilidad» del ministro José Luis Escriva, mientras que Txarli Prieto (PSE-EE) ha defendido que «hay que multiplicar las plazas» de acogida con un nuevo centro.

«Algunos habrían preferido que presentáramos enmiendas diferentes y nos tiráramos los trastos a la cabeza, pero siento decepcionarles», se ha congratulado el parlamentario nacionalista. Al otro lado, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU han sugerido que los integrantes del Gobierno vasco han incumplido el Pacto Social Vasco por las Migraciones que respaldaron los cuatro partidos, ya que todos ellos se comprometieron a «mantener una unidad social y política» frente a pretensiones electoralistas en este apartado. «Lo han llevado a la campaña y han priorizado sus objetivos partidistas», les ha espetado la abertzale Nerea Kortajarena.

Las coaliciones soberanista y morada han apoyado su propia enmienda, inspirada en aquel acuerdo que estuvo liderado por la ya exconsejera Beatriz Artolazabal y por Jonan Fernández. Sin embargo, y pese a que se han dado negociaciones en los pasillos hasta el último minuto, no han alcanzado un mínimo acuerdo para reafirmar el consenso logrado. Se trata de la brecha política más visible en la corta historia del Pacto Social Vasco por las Migraciones.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)