La normalidad se convierte en noticia: «Basta de humillar a mujeres gitanas»

Siete mujeres gitanas denunciaron ayer el trato humillante recibido en dos conocidas tiendas del centro de Bilbo. Además de difundir su testimonio, Amuge y Romi Berriak llevaron a cabo una manifestación para gritar en las calles de la capital vizcaina que «basta ya de deshumanizar y humillar a las mujeres y niñas gitanas».

Gara, , 15-02-2023

Amuge y Romi Berriak decidieron ayer «convertir la normalidad en noticia»: «Hasta ahora hemos integrado que nos persigan por ser gitanas como algo habitual en nuestra vida cotidiana, pero hoy decimos ¡Basta ya! Aski da! Dosta! Denunciaremos públicamente cada caso hasta que se entienda que nuestros cuerpos y los de nuestras niñas no se tocan», declaró la responsable de la Asociación de Mujeres Gitanas de Euskadi (Amuge) Tamara Clavería.

Junto con la asociación de juventud gitana Romi Berriak, realizaron ayer una manifestación en Bilbo. Ambas organizaciones acompañan a siete mujeres gitanas en la denuncia del trato discriminatorio que recibieron en enero por parte del personal de tienda de tres conocidos establecimientos de moda y de perfumería del centro.

En uno de los dos casos, las afectadas fueron un grupo de chicas jóvenes de entre 17 y 21 años. Censuraron que el trabajador de una perfumería a la que fueron juntas les había seguido riéndose de ellas. Lo que iba a ser una tarde divertida se convirtió en lo contrario, contó una de las jóvenes, Manuela Vega, en un desayuno informativo. «Os ha tocado», les dijo el trabajador. «¿Por ser gitanas?», le preguntaron: «Sí». Fueron «acosadas, perseguidas, humilladas», afirmaron. Después, fueron rodeadas por unas siete dependientas. «Toda la tienda mirando. En ese momento te das cuenta del rechazo que hay todavía en la sociedad por el simple hecho de ser mujeres gitanas. Rellenamos cinco hojas de reclamaciones y a pesar de eso tuvimos que seguir aguantando las miradas. Todas las trabajadoras de la tienda nos juzgaban. El dependiente admitió claramente que sí, que fue por ser mujeres gitanas».

En el otro caso, las señaladas fueron dos hermanas de unos 30 años, que denunciaron haber sido retenidas y registradas material y corporalmente por unos seis agentes de un cuerpo policial en el vestuario de una tienda de ropa, teniendo que quedarse en ropa interior. Relataron que los agentes intervinientes se negaron a explicar la motivación de esa actuación y, cuando ellas les preguntaron si era por ser gitanas, un agente las amenazó con denunciarlas por llamarle racista.

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