propuesta que está haciendo la escuela valdoviñesa Ondas Novas a las personas que se encuentran en la provincia como refugiadas por la guerra de Ucrania. «En la zona de Cariño, Ferrol, A Coruña… hay bastantes familias de acogida y me pareció una buena forma de darles la bienvenida a Galicia. Qué mejor forma que poder desconectar y conocer Galicia con el surf», explica Pedro Navarro, al frente de la escuela.

Y esta semana se dio la oportunidad de organizar la primera clase. Seis personas de entre veinte y treinta años que residen en un centro de la zona pudieron disfrutar de la experiencia del deporte de las olas. «Para todos fue la primera vez que surfeaban. Sí que habían estado en la playa en viajes turísticos, pero era la primera vez que probaban este deporte», señala el instructor. La jornada, que discurrió en una playa emblemática de este deporte como es Pantín, fue un buen respiro. «No habían tenido oportunidad de venir a Valdoviño y conocer estas playas. Sin vehículo propio es complicado llegar a esta zona, que pudieron conocer. Hice también un poco de embajador de la tierra», bromea Pedro. Le gustaría poder continuar con la iniciativa.