Lanuza / Festival

Una pica gitana en los Pirineos

El Mundo, 29-07-2006

La tradición del festival Pirineos Sur marca que, de vez en cuando, toca noche invernal y lluvia abundante. Si la banda que tiene que subirse al escenario flotante de Lanuza procede de los trópicos, la cosa suele resolverse de manera traumática. Por suerte, los agraciados con la borrasca del jueves fueron los rumanos de Fanfare Ciocarlia, que unen sus fogosos metales a la alegría propia de los gitanos. Quien quiera pruebas, que acuda a su completísimo DVD que arranca con un niño empeñado en rescatar de un lago helado un instrumento de viento. La fanfarria, claro, no se arrugó por el frío, así que 200 aguerridos espectadores pudieron bailar frente al escenario desafiando a los elementos.


La Ciocarlia mantiene el repertorio que inmortalizó Kusturica en Undergound, hecho de canciones populares entre los gitanos antes de que Goran Bregovic las tocara y convirtiera en oro.


Polémicas autorales al margen, la Ciocarlia se sobrepuso, incluso, a momentos en los que el sonido desapareció. Ni ahí cundió el desánimo ni se acabó la fiesta bajo el chaparrón. Los metales atacaron la sintonía de 007 y llegó Esma Redzepova, la reina de los gitanos de Macedonia. Figura espléndida encajada en un regio traje color vino tinto. Ha dejado de lado las cómicas representaciones de su grupo para ponerse al frente de la fanfarria. Todos juntos finalizaron con Chase Shucavic, otro tema de la banda sonora de Kusturica.


También hubo sitio para la Warsaw Village Band, una formación polaca que une tres cantantes (al estilo voces búlgaras) con instrumentos de cuerda y bases electrónicas. Hicieron polka, un raro calipso eslavo, algún clásico antibelicista y hasta un The rain is falling a juego con la tormenta. La combinación entre canciones rurales, instrumentos de cuerda y aires down tempo alcanzó su mejor momento cuando la Warsaw exploró en atmósferas lentas e intrigantes con aires de la Velvet Underground.

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