Recuerdan a las víctimas de las «políticas migratorias racistas»
Bilbo y la muga entre Irun y Hendaia acogieron ayer sendos actos de recuerdo a las personas que han fallecido como consecuencia de las políticas europeas de cierre de fronteras. Reivindicaron que migrar es un derecho y pidieron vías seguras para nadie más muera.
Gara, , 05-02-2023Con motivo del noveno ani- versario de la tragedia de El Tarajal, Bilbo y la muga de Behobia acogieron ayer por la tarde sendas movilizaciones convocadas por Ongi Etorri Errefuxiatuak, Irungo Harrera Sarea, Bidasoa Etorkinekin y Etorkinekin-Diakité, en memoria de las personas migrantes fallecidas y desaparecidas en las fronteras europeas.
En los actos también tuvieron palabras de recuerdo para las familias de «las víctimas de las fronteras que provoca este sistema violento y racista, negándoles el derecho a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición».
«La atrocidad de las fronteras, las muertes y la imposibilidad de despedida es una forma de tortura insufrible que debe cambiarse a través de políticas antirracistas, de la actuación de los gobiernos y de la solidaridad de todo ser humano», censuraron.
Respecto a las muertes de El Tarajal, advirtieron de que «no son un hecho aislado» y que desde hace más de 15 años «estamos viviendo un ascenso de la represión y de la violencia en las fronteras por parte de los estados europeos y concretamente en la frontera sur española».
Junto a ello, lamentaron que en diciembre pasado la Fiscalía archivó la causa por la tragedia de Melilla del 24 de junio, donde murieron más de una veintena de personas.
Sin ir tan lejos, también rindieron homenaje a las personas fallecidas en aguas del río Bidasoa al intentar cruzar de Irun a Hendaia, «asesinadas nuevamente por políticas fronterizas racistas».
Un tránsito seguro
Criticaron que, a pesar de las reivindicaciones y de las «miles de muertes provocadas» por las políticas europeas de externalización y cierre de fronteras, las instituciones «siguen sin buscar a todas aquellas personas que yacen en el fondo del mar, a las que se le escribe una fecha y una palabra en una lápida de hormigón, a las que se quedaron en el camino».
Por todo ello, exigieron que se garantice un tránsito seguro para todas los migrantes, además de «recursos suficientes, eficaces y de protección real de las personas que buscan refugio y ante la trata de seres humanos»; el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros y la creación de vías «legales y seguras que no pongan en riesgo la vida de las personas».
Instituciones vascas
Al Gobierno Lakua, a las diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, a los ayuntamientos y el resto de instituciones públicas vascas se dirigieron expresamente para pedirles que «favorezcan políticas justas», a la vez que denunciaron su «falta de respuesta hacia la situación de las personas migrantes sin hogar y sin empadronamiento», «la violencia que ejercen la Ertzaintza y la Policía Municipal bajo prácticas de perfilamiento racial», así como «las prácticas que llevan a cabo las instituciones vascas en la frontera norte, impidiendo el tránsito de personas y dificultando el acceso a recursos», con lo que «muchas acaban en situación de calle expuestas a bajas temperaturas».
Finalmente, interpelaron a la sociedad para advertir de «que con actitudes racistas reproducen y alimentan desigualdades».
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