La Ertzaintza desaloja a un okupa armado que sufría un brote psicótico en Donostia
Tras dos horas de operativo policial en la zona del Infierno, los agentes consiguieron reducir al individuo que permanecía atrincherado en un edificio ocupado
Diario Vasco, , 06-02-2023Sorpresa mayúscula la que vivieron ayer por la mañana los vecinos del barrio donostiarra del Antiguo al observar el masivo despliegue policial frente a los abandonados edificios de la zona del Infierno. Alrededor de las diez de la mañana, la Ertzaintza fue alertada de un individuo que, tras ser visto paseando desorientado, se había atrincherado con un arma blanca en estas casas ocupadas.
Agentes del PRI (Patrullas de Prevención y Respuesta Inmediata) y de Seguridad Ciudadana mantuvieron abierta durante dos horas una cuidadosa operación para reducir a un hombre que, como posteriormente confirmaron, padecía un brote psicótico. Según el testimonio de vecinos y trabajadores de la zona, el individuo, de entre 30 y 40 años y residente en la casa, había estado profiriendo gritos en los alrededores de la gasolinera de la Avenida de Tolosa, hasta que «se ha asustado al ver a una patrulla y se ha encerrado en la vivienda en la que reside de forma habitual».
Una decena de vehículos y furgones policiales, y una ambulancia se desplazaron hasta la zona, que permaneció acordonada durante todo el operativo desde la rotonda de Errotaburu, causando pequeñas retenciones en esa entrada a la capital guipuzcoana.
El hombre armado permanecía atrincherado junto a una ventana en una habitación del tercer piso de la casa abandonada, en el número 6 de Zubiberri Bidea, en la que convive con decenas de personas de distinto origen y edad. Trabajadores de la estación de servicio aseguraron a DV que «se trata de una persona que vemos habitualmente y que está bajo medicación, aunque parece que hoy no se había medicado». Otra de las personas que conviven en el edificio calificó el enorme despliegue policial de «exagerado para tratarse de un brote». Asimismo señaló que, en el momento en que llegaron, «estaba haciéndome un té en la cocina cuando he visto por la ventana llegar a las patrullas. Me parece que hay mucho racismo, porque si se tratara de una persona blanca y joven no se habrían preocupado tanto».
Varios ertzainas llevan al detenido hasta una ambulancia tras su desalojo.
Galería. Varios ertzainas llevan al detenido hasta una ambulancia tras su desalojo. / J.M. LÓPEZ
Con las brigadas Bizkor
Y es que hasta veinte efectivos de la Ertzaintza formaron frente a la entrada del portal y, tras estudiar el plano del edificio con la ayuda de alguno de sus inquilinos, comenzaron a preparar una larga intervención. Seis agentes de la brigada Bizkor (PRI) armados con subfusiles y escudos, seguidos por una decena de miembros del equipo de Seguridad Ciudadana, intentaron forzar sin éxito la cerradura con una palanca hasta que una persona finalmente accedió a abrirles la puerta.
Desde el momento en que la patrulla consiguió entrar, se procedió al desalojo y registro de hasta una veintena de personas que ocupaba dicha casa. Una vez vacía inspeccionaron uno de los primeros bloques de viviendas para, a continuación, cruzar al número 10 a través del tejado, donde tras 40 minutos de operación consiguieron localizar al hombre, «sin tener que lamentar heridos ni amenazas, aunque estaba muy alterado», aseguraron fuentes de la Ertzaintza. Poco antes de las 13 horas, salía acompañado de varios agentes hasta una ambulancia que permanecía en el exterior y que le trasladaría hasta la unidad de Psiquiatría del Hospital Donostia. «Ha sido una actuación psiquiátrica por lo que no será detenido».
Zona conflictiva
La zona ha sido foco frecuente de problemas con incidentes graves, especialmente el ocurrido el 1 de marzo de 2019 cuando un incendio provocado en uno de los edificios de la zona terminó con la vida de uno de sus ocupantes.
El 7 de septiembre de 2020 en la misma zona se produjo una macrooperación policial con un doble objetivo: por un lado, recuperar una importante cantidad de bicicletas que habían sido sustraídas en las últimas semanas en la ciudad y, por otro, detectar cuántas personas estaban en ese momento ocupando uno de los edificios. En total, 62 personas fueron identificadas y 13 fueron trasladadas a dependencias policiales por ser inmigrantes en situación irregular
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