«Además de que la migración es sinónimo de muerte, lo sangrante es que muchos migrantes desaparecen sin que se sepa quiénes son, qué ha ocurrido con ellos». Denunciar estas muertes y desapariciones unió este sábado a cerca de 300 personas y colectivos como Irungo Harrera Sarea y Ongi Etorri Errefuxiatuak a ambos lados de la muga en una concentración que se celebró por la tarde. Bajo el lema ‘Migrar es un derecho, Stop Muertes y desapariciones’, el acto quiso conmemorar también a las víctimas de Tarajal, en recuerdo de las 14 personas que murieron el 6 de febrero de 2014 en la playa del Tarajal en Ceuta, «una fecha que se ha convertido en símbolo de la injusticia y la vergüenza de una Europa fortaleza».

Tras la lectura de un manifiesto y la ofrenda floral, los asistentes quisieron recordar, entonando sus nombres, a todos y cada uno de los migrantes que perdieron la vida en las fronteras. También se rindió un homenaje a quienes desaparecieron sin que se haya sabido nada de ellos. Los participantes colocaron carteles en el puente, de forma simbólica. «Estas personas no son números y sus familias no saben dónde están, qué ha sido de ellas. Las fronteras euroafricanas son las más mortíferas. Se tragan vidas y borran identidades. Queremos exigir verdad, justicia y reparación para las víctimas de la migración y sus familias», reclamaron los diferentes colectivos. Según la organización internacional para las migraciones, desde 2014 han desaparecido 46.622 personas en las fronteras de todo el mundo.